Esta foto de la revista LIFE acaba de cumplir 60 años. Fue tomada después de una manifestación de universitarios en el centro de Bogotá, el día 9 de junio de 1954. Uno de los manifestantes era mi padre, Humberto Niño Rodríguez, de 20 años, estudiante de medicina de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Un año antes, el 13 de junio de 1953, el General Gustavo Rojas Pinilla había subido al poder en Colombia, en medio de una violencia política sin precedentes en nuestra historia. Durante ese primer año, hubo luna de miel entre el General y la opinión pública, pero poco a poco fue claro que el nuevo gobierno no iba a poder resolver todos los problemas existentes. El 8 de junio, un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional se enfrentó a una patrulla de policía que pretendía entrar al campus universitario de la calle 26. En el enfrentamiento fue muerto el estudiante de medicina Uriel Gutiérrez, de 23 años de edad. La muerte de Gutiérrez, baleado casi a quemarropa, motivó una gran movimiento universitario esa misma noche en Bogotá, con todas las universidades de la capital unidas y repudiando la cruel muerte de uno de sus compañeros.
Se decidió por parte de todos los estudiantes universitarios de Bogotá hacer una manifestación al día siguiente, miércoles 9 de junio de 1954. Estudiantes de la Universidad Nacional, junto a sus compañeros de la Javeriana, Libre, Externado, Andes, Gran Colombia, América, Colegio Mayor del Rosario, recorrieron la carrera séptima desde San Diego hacia el Palacio Presidencial.
El desfile llegó sin problemas hasta la carrera séptima con calle 13, donde los esperaba un batallón militar. Los estudiantes se sentaron en la calle y comenzaron los discursos, desde el balcón principal del Café Bucana, situado encima de la Librería "El Mensajero".
Cuando terminaba el segundo discurso, se oyeron disparos, aislados primero y luego una descarga cerrada de los militares hacia el grupo de estudiantes.
Mi papá, que estaba en el medio de la manifestación, oyó los disparos y trató de retroceder. De pronto, fue tumbado al piso por la gran cantidad de estudiantes que corrían despavoridos. Se levantó como pudo, salió corriendo hacia el norte y según sus palabras no paró hasta 10 o 12 calles más adelante. Cuando se dio cuenta, había perdido sus zapatos en la confusión y estaba en medias, con el vestido casi destrozado y con varios cortes. Siguió caminando, alejándose de la manifestación y llegó varias horas después a su casa en Chapinero. Nunca olvidó aquel día.
Mi tía Oliva Niño estaba un poco más al norte cuando empezó el tiroteo. En la Plaza de las Nieves oyeron que estaban asesinando a los estudiantes de la manifestación y corrieron a refugiarse. La oficina del Banco de Bogotá estaba cerrando sus rejas y Oliva, junto a su amiga Lucía Arciniegas, debieron tirarse al piso y entrar a la oficina prácticamente acostadas. Allí permanecieron varias horas mientras la situación se calmaba.
Fueron muertos ese día los estudiantes Álvaro Gutiérrez Góngora, Hernando Ospina López, Jaime Pacheco Mora, Hugo-León Velásquez, Hernando Morales, Elmo Gómez Lucinch, Jaime Moore Ramírez, Rafael Chávez Matallana, Carlos Julio Grisales y Hernán Ramírez Henao. Muchos estudiantes fueron heridos, 39 por balas, otros por caídas y pisotones.
Ese día terminó la luna de miel de Rojas Pinilla. Le siguieron 3 años de recortes a libertad de prensa y restricciones a los derechos políticos, que desembocaron en la caída de su gobierno, el 10 de mayo de 1957.