Dentro de las muchas cosas interesantes que he encontrado en los sitios de genealogía que visito, es que tengo ancestros paisas, lado de la familia que no conocía. Después de varias averiguaciones, he podido establecer la ruta genealógica. Aquí le doy un primer brochazo, que luego ahondaré con más tiempo:
Mateo Alvarez del Pino Urnieta y Lezcano nació en Medellín hacia 1680, hijo del capitán Mateo Alvarez del Pino Tabares y de Isabel de Lezcano Urnieta. Fue tesorero del Tribunal de la Santa Cruzada, una institución muy importante en la estructura de los ingresos de la Corona Española, pues era quien concedía las bulas eclesiásticas. Mateo Alvarez del Pino fue tesorero de la Santa Cruzada en Medellín y en Tunja. Se casó con Andrea Perpetua Angel de la Guerra y Aguiar, de cuyo matrimonio descienden ilustres familias antioqueñas.
Cuando Mateo Alvarez del Pino viajó a Tunja a encargarse del Tribunal de la Santa Cruzada, viajó con una de sus hijas solteras, María Antonia Alvarez del Pino y Angel de la Guerra. Allí conocieron al capitán Francisco Antonio Niño Saavedra, quien era Alcalde ordinario de Tunja en ese momento. Francisco y Maria Antonia se casaron y tuvieron varios hijos, entre ellos Don Juan Agustín Niño Álvarez del Pino, quien fue capitán de los comuneros de Tunja, alcalde la ciudad y padre a su vez de Juan Nepomuceno Niño, de quien he escrito bastante en este blog.
María Antonia Alvarez del Pino y Angel de la Guerra, mi séptima bisabuela, de quien me separan nueve generaciones, es mi conexión con Antioquia. De la familia Alvarez del Pino descienden muchas familias antioqueñas, entre ellas las del ex-ministro Luis Fernando Jaramillo Correa, quien era aficionado a la genealogía y rastreó el origen de la familia hasta Talavera de la Reina. Otro descendiente de la familia Alvarez del Pino es el expresidente colombiano Alvaro Uribe Vélez, quien viene a ser primo en noveno grado de mi abuelo Pedro Antonio Niño.
El primero de la familia Alvarez del Pino en Colombia fue Diego Álvarez del Pino, Alférez Real y Capitán, nacido en Talavera de la Reina en 1584. Llegó a la Gobernación de Popayán hacia 1610. Luego se radicó en la ciudad de Cartago, donde desempeñó varios empleos de importancia, entre otros el de Tesorero de la Real Hacienda. Es mi onceavo bisabuelo.
Como anécdota, vale la pena recordar que, a la muerte de Mateo Alvarez del Pino, parte de su fortuna fue donada para crear en 1791 el Convento de las Carmelitas Descalzas en Medellín. Ana María Alvarez del Pino donó 20000 castellanos de oro para promover la creación del convento, con bula del Papa Pío VI y Real Cédula de Carlos III. En ese entonces, la Villa de la Candelaria de Medellín apenas contaba con 17 calles y 3000 habitantes.