sábado, abril 09, 2016

Una noche mágica en el 604

Tuve hace unas pocas semanas la experiencia de comer en El Cielo, uno de los restaurantes más sofisticados y costosos de Bogotá. Una sucesión de pequeños platos con nombres exóticos, un ambiente moderno e impecable, varios cambios de vajilla, cubiertos y copas, todo ello a más de 70 dólares por comensal. Esa sofisticada experiencia no se logra comparar con la noche que acabamos de tener en El 604, uno de los restaurantes más impactantes en los que he estado en los últimos años en Bogotá. 


El concepto de El 604 está basado en varios principios sencillos: un menú de degustación de varios platillos mexicanos, servidos en una mesa cuadrada para 8 comensales, con vajilla de Carmen de Víboral y otros utensilios muy bien escogidos, todo ello preparado por una de las mejores chefs de comida mexicana de Bogotá, Ximena Leal. 




Con la esmerada atención de Juan Pablo Martínez y Ximena, en El 604 se disfruta de un espectacular menú de degustación sin defecto alguno, con continuo cambio de vajilla sencilla pero muy llamativa, margaritas en el punto ideal, agua de jamaica y un ritmo de servicio impecable a lo largo de 2 horas y media. 



Nos sirvieron una buena sopa de tortilla para comenzar, seguida de un pollo al chiplote que fue lo más picante de la noche. Seguimos con tamalitos muy ricos, budín indio con mole, sopes, chimichangas, tostadas con chicharrón, que recibieron continuos elogios de los 8 animados participantes. Cerramos con gelatina de Chalco, una de las más tradicionales recetas mexicanas para un postre sencillo, pero adecuado para la llenura de todos en ese momento. Nos bajamos una generosa jarra de margarita, que permitió servirse continuas dosis a todos los invitados.



Ximena maneja los mejores ingredientes, escogidos uno por uno entre Bogotá, el D.F., Los Angeles e intermedias. No hay un solo detalle dejado al azar en la buena experiencia culinaria. Anfitriona eficiente, compartió con nosotros el tiempo adecuado, con la discreción suficiente para dejar conversar y disfrutar de la velada. Juan Pablo maneja el servicio con el mismo profesionalismo que le pone a su papel de ser uno de los asesores de vestuario mejor reputados en la ciudad.



El 604 no está abierto al público en general, solo abre los viernes en la noche para amigos de Ximena y amigos de amigos que han ido corriendo la voz sobre esta joya de restaurante. El precio es de alrededor de 25 dólares por cabeza, jarras inmensas de margarita al increíble precio de 23 dólares, más varias opciones de salsas y otros para llevar.



El 604 ya está reservado para los próximos 4 meses. La experiencia obviamente pasa por organizar el mejor grupo posible. Yo escogí a cada una de las 8 personas buscando buenos amigos, que disfrutaran el rato y fueran buenos conversadores. Llevé mi propia música, una de las opciones de personalización que permite Ximena. Todo salió perfecto. Volveré en un mes, Ximena me ha prometido un menú completamente diferente. Desde que conozco a Ximena de los viejos tiempos de Esta es una Panadería, no he dejado de seguir su carrera de chef y he podido ser testigo de su enorme capacidad profesional. Con El 604 ha puesto la vara muy alta. Se los recomiendo a ojos cerrados.