En grupos de Facebook publican fotografías de hipódromos antiguos en Bogotá, donde equivocadamente sitúan al Hipódromo La Magdalena en el actual barrio de Galerías. La realidad es que el Hipódromo La Magdalena funcionó entre 1897 y 1925 al occidente de la Avenida Caracas, entre calles 37 y 40. El Hipódromo de la 53 funcionó entre los años 30s y 40s al oriente de la Avenida 30, entre las Calle 53 y 55, aproximadamente. Incluyó igualmente la localización aproximada del Hipódromo de Techo, con una foto de 1960.
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jueves, febrero 11, 2021
martes, enero 21, 2020
Marielita
La triste noticia de la muerte de Marielita Quintero de Levy me ha llenado de nostalgia y añoranzas. Para muchas familias ibaguereñas, incluida la nuestra, Marielita, como todos la llamábamos, forma parte de nuestros recuerdos infantiles y de adolescencia.
Mariela Quintero Mahecha nació en Arrancaplumas, un bello paraje de la ciudad de Honda, Tolima, en 1929. No conozco detalles de su llegada a Ibagué, pero ya en 1950 estaba en nuestra ciudad y era una destacada deportista. Por su relación con el basquet conoció a un inmigrante alemán, Helmuth Levy Hoffmann, que había llegado a Ibagué a mediados de los años 40s, junto con toda su familia. Supongo que se conocieron a través del deporte, pues Mariela era basquetbolista, integrante de la selección Tolima y Helmuth y sus hermanos unos entusiastas de los deportes, incluido el ciclismo y el basquetbol.
Los Levy habían huido de la Alemania nazi hacia 1938, llegando a Colombia, donde se establecieron en Palmira. Hacia 1941 llegaron a Ibagué, donde don Arthur Levy Levy (don Arturo) montó una panadería. En ella trabajaba también su esposa Gertrud, la siempre amable doña Gertrudis de mis recuerdos infantiles. Para 1948, la familia Levy tenía 2 establecimientos muy conocidos en Ibagué, el Centro Social en el Colegio San Simón de la tercera con 11 y el Bar Florida, prácticamente pasando la calle desde la panadería, donde eran famosos el pan, bizcochos y los ponqués.

Después del 9 de abril, que obligó el cierre del Bar Florida, don Arturo pensó en establecerse en el importante barrio de La Pola, donde construyó una gran sede, que se inauguró hacia 1953. Como gancho importante del nuevo establecimiento se incluyó en el menú el jamón de cordero, con el que comenzaron a prepararse los aún famosos sanduches del Centro Social.
El nuevo negocio, financiado por el BCH, funcionaba en la carrera Tercera con calle Tercera en La Pola, empleaba a 32 personas y tenía vehículos que atendían muchas de las poblaciones vecinas a Ibagué.
Recién llegado el Centro Social a La Pola, Marielita y Helmut decidieron casarse. Es famosa la foto del 2 enero de 1954, donde los recién casados salen de la la capilla de la Escuela Normal Nacional en la Carrera Quinta con Calle 30. Como muchas ocasiones religiosas en aquel pequeño Ibagué, la ceremonia se hizo con la bendición de monseñor Luis Felipe Jáuregui. Los Levy Quintero se instalaron en La Pola, donde nacieron Giselle, Erika y Helmut, los primeros hijos del matrimonio.
MIS RECUERDOS
Ya para esa época funcionaba el Liceo Val en Ibagué y Marielita era una de sus profesoras. No conozco si hubo una sede anterior, pero mis recuerdos sitúan al colegio en una vieja casa de la calle 10 con carrera cuarta, muy cerca de la Plaza de Bolivar y el Parque Murillo Toro. Allí me llevaron a comienzos de 1961, cuando mis papás decidieron radicarse en Ibagué. Humberto Niño, recién salido de la Armada Nacional, pediatra, quería hacer su carrera en Ibagué. Gloria Ballesteros, santandereana, con 2 hijos y esperando mellizos, estuvo de acuerdo.
Para un niño de 4 años, recién llegado a una nueva ciudad, la experiencia del colegio fue aterradora. El Liceo Val funcionaba a una cuadra de la casa de mis abuelos, era un colegio espectacular al que Cecilia Valbuena y Mariela Quintero le ponían amor y algo más, pero no me pude acomodar. Apenas llegaba Helena, la empleada de mis abuelos, a traerme las mediasnueves, me aferraba a sus piernas y lloraba y lloraba. Cecilita y Marielita llamaron a mis papás y les recomendaron esperar un año más. Toda la vida me ha perseguido el fantasma de haber perdido kinder en el Liceo Val, pero reconozco que fue una decisión sensata de dos buenas educadoras.
En algún momento del año 1961 nos mudamos a La Pola, al llamado Barrio Pabón Peláez. Recuerdo haber ido muchas veces al Centro Social de la tercera con tercera, junto con mis papás. En febrero de 1962, ya más aclimatado a Ibagué, volví al Liceo Val de la calle 10, donde estudié hasta 1964. La filosofía de Vida, Amor y Luz se aplicaba con toda la fuerza en el colegio, donde aparte de lo académico teníamos deporte, música, danzas y canto, todo bajo la dirección entusiasta de Marielita.
1965 fue un año de grandes cambios para todos nuestros conocidos en Ibagué. Mis papás y varios vecinos del Pabón Peláez compraron casas en un nuevo barrio, llamado en aquellos años Cadis (no Cadiz, como empezaron a llamarlo muchos años después). Cuando pensaban en que colegio meternos, se enteraron que el Liceo Val se trasladaba muy cerca a Cadis, así que seguimos en el colegio. Y para completar la alegría, el Centro Social se trasladaba desde La Pola para el nuevo barrio, a cinco minutos en bicicleta desde nuestra casa.
No sabíamos que la situación del Centro Social no era fácil. Dos descalabros económicos se sucedieron en línea, un asalto a un conductor del Centro Social en Anzoátegui, que no fue cubierto por el seguro, así como un gran incendio en el local de La Pola. Después de más de 20 años en Ibagué, don Arturo y doña Gertudris la veían difícil. Un ingeniero, me imagino que fue Carlos Mazuera, les ofreció un local en el nuevo barrio de Cadis y allí volvieron a comenzar. El éxito fue rotundo, pues los precedía la gran fama y calidad de sus productos.
Muy bien planeado, Cadis era un barrio que ofrecía una buena calidad de vida a profesionales jóvenes como mis papás. Todo el mundo se conocía, vivíamos la típica vida de los suburbios, todo el tiempo en la calle, las casas siempre abiertas, la felicidad plena. Ir al Centro Social en bicicleta era toda una aventura y Helmut, al frente del negocio, nos atendía como principes. Allí también estaban don Arturo y doña Gertudris, siempre muy bien puestos. Ibamos en bus al Liceo Val, que quedaba relativamente cerca, en una hermosa sede campestre donde hice segundo de primaria.
En aquel 1965, aparte de izadas de bandera y exámenes con presencia de los padres, protagonicé una pelea monumental con mi compañero del Liceo Val Fernando Vila (QEPD), a la llegada del bus del colegio. Después de 5 minutos de una pelea muy reñida, mi hermana Claudia hizo la diferencia. Le quitó los zapatos a Fernando y comenzó a golpearlo con ellos. Le dimos una muenda fenomenal. Marielita estaba aterrada, no sabía que hacer con 2 niños en semejante situación. Llevó la situación con mucho tacto y terminamos aquel año sin problemas.
En 1966 pasé a colegio grande, el Jiménez de Cisneros, pero siempre llevo con mucho cariño el recuerdo de mi primer colegio, donde aprendí tantas cosas. Marielita fue una gran educadora, como lo reconocen todos sus antiguos alumnos.
LA NATACIÓN
En los años 60s se completó la familia Levy Quintero. Llegaron Ingrid y Claudine. Helmut y Marielita se metieron de lleno en la natación, teniendo como sede primero el Club del Comercio de Ibagué y luego el mundo entero. Todos los hijos fueron buenos nadadores, pero Helmut hijo y Giselle se destacaron especialmente. Marielita era una buena madre de deportistas, apoyando y exigiendo a sus hijos, Erika incluida, a pesar de su condición de haber nacido con síndrome de Down. Helmut papá era un buen dirigente y aprovechaba su paso por la Voz del Tolima para difundir y fomentar el bienestar de la natación tolimense.
La gran ocasión de los IX Juegos Nacionales en Ibagué disparó a la natación tolimense. Helmut papá estuvo en el Comité Organizador, que construyó unas bellas piscinas, orgullo de nuestra ciudad por muchas décadas. Marielita estuvo al frente del joven equipo tolimense, que no podía pelear mucho frente al poderoso equipo del Valle del Cauca, comandado por Olga Lucía de Angulo (QEPD). Ya vendrían tiempos mejores, aprovechando la magnífica experiencia de esos Juegos.

Erika Levy también representó a Colombia, como abanderada y deportista en competencias de nadadores con síndrome de Down y siempre fue una persona feliz y querida. Marielita y Helmut la manejaron con inmenso afecto, al igual que a su hermana Arlette, también con síndrome de Down y quien murió muy joven. La muerte de Erika, en enero de 2017, fue un golpe duro para una familia que mucho se centraba en ella.
LOS ÚLTIMOS AÑOS
Cuando salí de Ibagué para la Escuela Naval de Cartagena en julio de 1973, los Levy Quintero estaban en un momento de gran apogeo. El Centro Social era el sitio de reunión de los adolescentes ibaguereños y funcionaba como un relojito. El Liceo Val funcionaba también muy bien, con Cecilita y Mariela al frente de la institución. Helmut brillaba en las piscinas de medio mundo y Giselle había dejado igualmente una estela de triunfos. Era el mundo ideal.
Ya no volví a vivir de tiempo completo en Ibagué. Volvía en vacaciones y siempre me daba vuelta por el Centro Social, donde Helmut me saludaba y me atendía con el mismo cariño de 1966. Con el tiempo Helmut hijo se convirtió en un buen periodista y un líder regional. El Liceo Val cambió de manos, cerrando un hermoso capítulo de buenas enseñanzas. En el 2011, cansados, Helmut y Marielita decidieron cerrar el Centro Social de Cadiz (ya se había españolizado el barrio). Concluía un largo camino, iniciado por don Arturo y doña Gertudris 70 años atrás. Helmut papá sigue ofreciendo el famoso jamón de cordero, que distribuye entre sus amigos y conocidos. Todavía soy fiel usuario y con cada bocado recuerdo aquellos bellos años.
En mayo de 2019, con ocasión de los noventa años de Mariela Quintero Mahecha de Levy, sus antiguos alumnos le hicieron un homenaje de reconocimiento a su gran trayectoria. Fue un momento lleno de alegría, pero también de mucha nostalgia. Fue reconocimiento y a la vez despedida. Una gran mujer, que disfrutó ese día con profunda alegría. Ocho meses después, esos mismos alumnos, acompañados por Ibagué entero, despedían a Marielita en su viaje a la inmortalidad.
domingo, diciembre 29, 2019
Un bisiesto muy festivo
El 2020 será bisiesto, como muchos de los años que son múltiplos de 4. Pero este año tiene la particularidad de que el 29 de febrero cae en sábado, lo que resulta muy especial para Colombia. La última vez que tuvimos bisiesto sabatino fue en 1992, en plena euforia de la apertura de Gaviria.

Esta es la lista completa de los 17 puentes festivos en el 2020, para deleite de los hoteleros y los amantes del descanso amparado por la ley:
PRIMER TRIMESTRE
1. Arrancamos con un puente de Reyes Magos muy bien localizado en el calendario. El primero de enero de 2020 cae en miércoles, el 6 de enero cae en lunes, así que la tentación de tener un puente festivo de casi una semana es muy grande.
2. Después de una tortura de 10 semanas sin puentes festivos entre enero, febrero y la primera quincena de marzo, llega San José el lunes 23 de marzo a romper esa racha. Esa tanda de 10 semanas es la más larga del año, dando algo de respiro a las familias para recuperarse del gasto de fin de año y la entrada de los colegios Calendario A.
Para poder equilibrar algo el trimestre, este año programamos matrimonio de una sobrina el 29 de febrero en Santa Marta. Así celebraremos debidamente el día bisiesto, tomando el lunes 2 de marzo para tener un fin de semana largo en esta sequía de festivos.
SEGUNDO TRIMESTRE
3. En la primera quincena de abril tenemos la Semana Santa. Arranca el sábado 4 de abril, víspera del Domingo de Ramos y remata el 12 de abril, Domingo de Pascua.
4. El viernes primero de mayo se arma un puente no tradicional en Colombia, pero que celebraremos con gran entusiasmo. Los regalos del bisiesto hay que tomarlos con humildad, pero sin dejarlos pasar.
5. El lunes 25 de mayo celebramos la Ascensión del Señor, uno de los buenos regalos de Raimundo Emiliani (que San Guchito tenga a su lado en el cielo)
6. El lunes 15 de junio celebramos Corpus Christi, que pasa del jueves 11 de junio al siguiente lunes (tres jueves hay en el año, muy dignos de admiración, Corpus Christi, jueves santo y jueves de la ascensión)....Durante este puente arranca la Copa América, con partido Colombia - Ecuador en Bogotá el sábado 13 de junio.
7. El lunes 22 de junio celebramos la consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús. Esa centenaria tradición fue declarada inexequible por la Corte Constitucional, que en su sabia sentencia no se atrevió a modificar el festivo de junio. Tendremos Copa América todo el festivo, con 5 partidos en Colombia y Argentina. Colombia juega contra Perú el domingo 21 de junio en Medellín.
8. El lunes 29 de junio celebraremos a San Pedro, especialmente en mi Tolima Grande. El plato fuerte sigue siendo la Copa América, con el partido Colombia - Brasil en Barranquilla el sábado 27 de junio. La meta es celebrar este puente en las playas de Santa Marta y asistir al partido de Colombia, si Dios y la Federación Colombiana de Fútbol lo permiten.
TERCER TRIMESTRE
9. El 20 de julio cae en lunes, así que este es el segundo regalo del bisiesto en sábado. Un festivo necesario, después de que terminen las emociones de la Copa América el 12 de julio en Barranquilla.
10. El 7 de agosto cae en viernes, tercer regalo del año bisiesto sabatino. Cae muy bien, para celebrar los 85 años de mi mamá.
11. El lunes 15 de agosto celebraremos la Asunción de la Virgen. Habrá que celebrar por todo lo alto este puente, pues allí se inicia una racha de 7 fines de semana seguidos sin festivos.
CUARTO TRIMESTRE
12. Después de atravesar el desierto de septiembre, llegamos al lunes 12 de octubre. El Día de la Raza llega muy bien, a cortar la sequía de 7 semanas sin festivos.
13. El lunes 2 de noviembre marca otro puente festivo Emiliani, esta vez con el motivo del Día de todos los santos. El puente del 2019 lo pasamos en Medjugorje, rodeados de miles de italianos que cruzan el Adriatico para también celebrar esa fecha.
14. El lunes 16 de noviembre celebramos la Independencia de Cartagena. Solía ser una fecha muy especial por el Reinado Nacional de Belleza, a quien hace rato le pasó su cuarto de hora.
15. El 8 de diciembre cae en martes, así que toca empatar el fin de semana anterior con este festivo entre semana, para sacar fuerzas para la temporada navideña. Puede ser una buena oportunidad para la Jornada de Acción Social de nuestra familia, seguida de un fin de semana de hotel en la zona del Centro Andino de Bogotá.
16. 25 de diciembre cae en viernes, así que se puede organizar una buena celebración navideña desde el jueves 24 sin ningún problema.
17. El primero de enero de 2021 cae en viernes, así que la celebración de fin de año arranca el jueves 31 de diciembre y termina el lunes 11 de enero de 2021.
LA MALA SUERTE DE LOS BISIESTOS
Parece que nos espera un buen año bisiesto en materia de festivos. Sin embargo, vale la pena recordar que los bisiestos también traen mala suerte. En 1992, cuando tuvimos esta oportunidad, el bisiesto sabatino se dejó ver apenas pasando el 29 de febrero. El lunes 2 de marzo de 1992 arrancó el racionamiento del gobierno Gaviria, que duró hasta el 7 de febrero de 1993. Así que tuvimos muchos puentes, pero literarmente poca energía para disfrutarlos.
En 1964, recién pasado el sábado bisiesto, el gobierno de Guillermo León Valencia arrancó una feroz operación contra un pequeño grupo de guerrilleros en las montañas de Marquetalia. Después de perder una buena cantidad de reses y gallinas, los sobrevivientes fundaron una nueva guerrilla, llamada Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. Buena herencia nos dejó aquel bisiesto de hace 56 años.
Vamos a ver como se comporta el 2020, que fue precedido por un muy movido año 2019 a nivel mundial. Las marchas descontroladas, la "resistencia" al establecimiento, fueron grandes protagonistas del año pre-bisiesto. ¿Seguiremos el camino de los 2 bisiestos sabatinos anteriores? ¿Mucha fiesta, pero el rancho ardiendo?
CUARTO TRIMESTRE
12. Después de atravesar el desierto de septiembre, llegamos al lunes 12 de octubre. El Día de la Raza llega muy bien, a cortar la sequía de 7 semanas sin festivos.
13. El lunes 2 de noviembre marca otro puente festivo Emiliani, esta vez con el motivo del Día de todos los santos. El puente del 2019 lo pasamos en Medjugorje, rodeados de miles de italianos que cruzan el Adriatico para también celebrar esa fecha.
14. El lunes 16 de noviembre celebramos la Independencia de Cartagena. Solía ser una fecha muy especial por el Reinado Nacional de Belleza, a quien hace rato le pasó su cuarto de hora.
15. El 8 de diciembre cae en martes, así que toca empatar el fin de semana anterior con este festivo entre semana, para sacar fuerzas para la temporada navideña. Puede ser una buena oportunidad para la Jornada de Acción Social de nuestra familia, seguida de un fin de semana de hotel en la zona del Centro Andino de Bogotá.
16. 25 de diciembre cae en viernes, así que se puede organizar una buena celebración navideña desde el jueves 24 sin ningún problema.
17. El primero de enero de 2021 cae en viernes, así que la celebración de fin de año arranca el jueves 31 de diciembre y termina el lunes 11 de enero de 2021.
LA MALA SUERTE DE LOS BISIESTOS
Parece que nos espera un buen año bisiesto en materia de festivos. Sin embargo, vale la pena recordar que los bisiestos también traen mala suerte. En 1992, cuando tuvimos esta oportunidad, el bisiesto sabatino se dejó ver apenas pasando el 29 de febrero. El lunes 2 de marzo de 1992 arrancó el racionamiento del gobierno Gaviria, que duró hasta el 7 de febrero de 1993. Así que tuvimos muchos puentes, pero literarmente poca energía para disfrutarlos.
En 1964, recién pasado el sábado bisiesto, el gobierno de Guillermo León Valencia arrancó una feroz operación contra un pequeño grupo de guerrilleros en las montañas de Marquetalia. Después de perder una buena cantidad de reses y gallinas, los sobrevivientes fundaron una nueva guerrilla, llamada Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. Buena herencia nos dejó aquel bisiesto de hace 56 años.
Vamos a ver como se comporta el 2020, que fue precedido por un muy movido año 2019 a nivel mundial. Las marchas descontroladas, la "resistencia" al establecimiento, fueron grandes protagonistas del año pre-bisiesto. ¿Seguiremos el camino de los 2 bisiestos sabatinos anteriores? ¿Mucha fiesta, pero el rancho ardiendo?
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sábado, mayo 06, 2017
Las 60 de mis 60
Llegando al gran paso de mis sesenta años (los nuevos cuarentas, dirán algunos), es hora de hacer listas. Para mi, una de las cosas que más me han llenado es la música. No solamente quiero hacer la famosa Bucket List, que cada día parece más complicada, sino de hacer un repaso de las cosas que influenciaron mi vida durante estas seis décadas.
No he sido un gran melómano, en el sentido de saber de música clásica, opera o cosas muy complicadas. Pero si he oído mucha música, he tenido muchos vinilos, cassettes, CDs, etc. Con la llegada de Spotify he dejado de comprar música, pues está a un click en el computador, la tablet o el iPhone. Hace muchos años no he vuelto al centro a mi almacén favorito, cuyo lema era "disco que no tengamos, no existe".
Sentí que era el momento de hacer una recopilación de la música que más me ha impactado en mi vida. Una tarea dificilísima, para alguien a quien le ha gustado desde la música de carrilera más extrema hasta la opera más sofisticada, pasando por rancheras, boleras, tangos, música de plancha, etc. Limité mi lista a 60 canciones, una por cada año de vida.
Aquí se las dejo, ordenadas por distintas épocas de mi vida.
La lista completa puede ser escuchada en Spotify. Hay una versión gratis de la aplicación, donde creo que esta lista puede ser guardada por cualquier persona.
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lunes, mayo 01, 2017
Las 60 de mis 60 - Años Sesentas
LOS SESENTAS
Fuiste Mía un Verano - Leonardo Favio, 1968: Mi papá llegaba frecuentemente a mi casa en Ibagué con un nuevo disco. Obviamente, trajo a Leonardo Favio, con su primera producción, que causó un enorme impacto. De todas las canciones de aquel primer trabajo, la que siempre me llega a la memoria es esta bellísima canción, Fuiste Mía un Verano, que retrata la nostalgia de un mágico amor de vacaciones. Lamentablemente Sony Music no permite a los blogs usar videos de esta canción en Colombia, vaya uno a saber porqué.
Mi Gran Noche - Raphael, 1966: Hay muchas canciones de Raphael que son muy buenas, pero ninguna me produce el sentimiento de aquella canción de 1966, que seguramente oí por primera vez en un matiné de sábado en el Teatro Imperial en Ibagué. Es de las pocas canciones que me atrevo a cantar en público y me he ganado un par de concursos de karaoke con ella.
La foule - Edith Piaf, 1957: No se donde oí por primera vez "Que nadie sepa mi sufrir", una canción peruana que sonaba en los años de mi infancia en Ibagué, pero si se que me encantaba su ritmo. Hace unos 10 años descubrí la versión en francés de Edith Piaf de 1957 y quedé maravillado. La nostalgia que me produce esta mágica canción es indescriptible. La incluyo en los 60s por haberla conocido en aquellos años.
Cuéntame - Fórmula V, 1969: De las pegajosas canciones de aquellos años, Cuéntame me sigue acompañando aún en estos días. Si cierro los ojos y quiero cantar alguna canción de esa época, esta melodía llega a mi memoria. Muchos años después Rosario Flores hizo una versión espectacular, que también oigo frecuentemente. Muchas veces me imagino viendo a algún amigo de mi infancia y preguntándole: "Cuéntame como te ha ido? Si has conocido la felicidad?"
Somethin'Stupid - Frank Sinatra, Nancy Sinatra, 1967: conocí la bellísima versión de Frank Sinatra y su hija Nancy, grabada en 1967, por mi tío Pedro, que acababa de llegar de Estados Unidos con un buen cargamento de música en inglés. De todas esas lindas canciones, esta me llena de imágenes de Estados Unidos en los 60s, que después he visto en muchas películas. Gracias al tío Piter conocí esta música tan linda.
Nathalie - Gilbert Becaud, 1964: Obviamente, la primera versión que conocimos de Nathalie fue la de los Hermanos Arriagada. Pero incluyo aquí la poderosa y bella versión de Gilbert Becaud en 1964, que es la original. Como muchas otras canciones, la versión oficial no llegaba a Colombia y los músicos traducían esas canciones de otros idiomas. La música francesa siempre me ha parecido muy linda y Nathalie es una de las más bellas canciones de los años 60s, en francés y en español.
Te He Prometido - Leo Dan, 1969: Leo Dan nos acompañó durante buena parte de los años 60s y 70s, con canciones muy especiales, que se nos quedaron para toda la vida. "Te he prometido" es una de esas, la que todavía tarareo de vez en cuando. Un recuerdo muy especial del Ibagué de antes de los Novenos Juegos.
Corazón Contento - Marisol, 1968: Esta canción combina dos de los grandes ídolos de los años 60s. Palito Ortega compuso la canción y Marisol la cantó cuando ya era toda una mujer. Vi el video de esta canción hace unos 10 años y me transportó inmediatamente al matinal del Teatro Tolima, en aquellos lindos domingos ibaguereños. Desayuno donde la abuela Paulina, matinal en uno de los 3 teatros cercanos a su casa, almuerzo en la casa de Cadiz y tarde en el San Bonifacio.
Tu Nombre Me Sabe A Yerba - Marisol, 1969: En el primer trabajo realizado por Joan Manuel Serrat en 1969, el álbum "La Paloma", aparece esta bella canción. También vi el video de Marisol muchos años después y quedé otra vez enamorado de esta linda canción. Serrat y Marisol, unidos por "Tu nombre me sabe a hierba" y después por la militancia política. Otra canción que me lleva a esos bellos años de mi infancia.
Happy Together - The Turtles, 1967: Otra de las canciones que seguramente están en mi memoria por mi tío Pedro. Un grupo que seguramente no conocimos en su momento, pero que siempre estuvo ahí presente. Alguna vez oí la canción y sentí que ya la conocía en detalle. Me gusta muchísimo su ritmo, me trae mucha alegría cada vez que la escucho.
Rosa Rosa - Sandro, 1969: Un buen día de 1968 llevó mi papá a la casa "Una muchacha y una guitarra" de Sandro, un cantante argentino. Al año siguiente, siendo ya muy popular, sacó un nuevo trabajo titulado "Sandro de América", donde incluyó esta canción, que también me recuerda mucho al Ibagué de aquel entonces, donde la buena música nunca faltaba.
VOLVER A LAS 60 DE LOS 60 DE GHNB
Ibagué, mi infancia, los discos que traía mi papá a la casa cada semana, la radio en la cocina, los matinés en el Imperial y el Metropol, las canciones en inglés que tatareaba mi tío Pedro recién llegado de Estados Unidos. Esas son algunas de las influencias musicales que tuve en los años 60s.
Dio, Come Ti Amo - Gigliola Cinquetti, 1966: La primera vez que oí esta canción fue en una versión de bolero de Javier Solis. Después, descubrí para siempre a Gigliola Cinquetti. Hace unos 10 años encontré en youtube la bellísima versión de la película. Esta canción me llega al corazón.
Fuiste Mía un Verano - Leonardo Favio, 1968: Mi papá llegaba frecuentemente a mi casa en Ibagué con un nuevo disco. Obviamente, trajo a Leonardo Favio, con su primera producción, que causó un enorme impacto. De todas las canciones de aquel primer trabajo, la que siempre me llega a la memoria es esta bellísima canción, Fuiste Mía un Verano, que retrata la nostalgia de un mágico amor de vacaciones. Lamentablemente Sony Music no permite a los blogs usar videos de esta canción en Colombia, vaya uno a saber porqué.
Mi Gran Noche - Raphael, 1966: Hay muchas canciones de Raphael que son muy buenas, pero ninguna me produce el sentimiento de aquella canción de 1966, que seguramente oí por primera vez en un matiné de sábado en el Teatro Imperial en Ibagué. Es de las pocas canciones que me atrevo a cantar en público y me he ganado un par de concursos de karaoke con ella.
La foule - Edith Piaf, 1957: No se donde oí por primera vez "Que nadie sepa mi sufrir", una canción peruana que sonaba en los años de mi infancia en Ibagué, pero si se que me encantaba su ritmo. Hace unos 10 años descubrí la versión en francés de Edith Piaf de 1957 y quedé maravillado. La nostalgia que me produce esta mágica canción es indescriptible. La incluyo en los 60s por haberla conocido en aquellos años.
Cuéntame - Fórmula V, 1969: De las pegajosas canciones de aquellos años, Cuéntame me sigue acompañando aún en estos días. Si cierro los ojos y quiero cantar alguna canción de esa época, esta melodía llega a mi memoria. Muchos años después Rosario Flores hizo una versión espectacular, que también oigo frecuentemente. Muchas veces me imagino viendo a algún amigo de mi infancia y preguntándole: "Cuéntame como te ha ido? Si has conocido la felicidad?"
Somethin'Stupid - Frank Sinatra, Nancy Sinatra, 1967: conocí la bellísima versión de Frank Sinatra y su hija Nancy, grabada en 1967, por mi tío Pedro, que acababa de llegar de Estados Unidos con un buen cargamento de música en inglés. De todas esas lindas canciones, esta me llena de imágenes de Estados Unidos en los 60s, que después he visto en muchas películas. Gracias al tío Piter conocí esta música tan linda.
Nathalie - Gilbert Becaud, 1964: Obviamente, la primera versión que conocimos de Nathalie fue la de los Hermanos Arriagada. Pero incluyo aquí la poderosa y bella versión de Gilbert Becaud en 1964, que es la original. Como muchas otras canciones, la versión oficial no llegaba a Colombia y los músicos traducían esas canciones de otros idiomas. La música francesa siempre me ha parecido muy linda y Nathalie es una de las más bellas canciones de los años 60s, en francés y en español.
Te He Prometido - Leo Dan, 1969: Leo Dan nos acompañó durante buena parte de los años 60s y 70s, con canciones muy especiales, que se nos quedaron para toda la vida. "Te he prometido" es una de esas, la que todavía tarareo de vez en cuando. Un recuerdo muy especial del Ibagué de antes de los Novenos Juegos.
Corazón Contento - Marisol, 1968: Esta canción combina dos de los grandes ídolos de los años 60s. Palito Ortega compuso la canción y Marisol la cantó cuando ya era toda una mujer. Vi el video de esta canción hace unos 10 años y me transportó inmediatamente al matinal del Teatro Tolima, en aquellos lindos domingos ibaguereños. Desayuno donde la abuela Paulina, matinal en uno de los 3 teatros cercanos a su casa, almuerzo en la casa de Cadiz y tarde en el San Bonifacio.
Tu Nombre Me Sabe A Yerba - Marisol, 1969: En el primer trabajo realizado por Joan Manuel Serrat en 1969, el álbum "La Paloma", aparece esta bella canción. También vi el video de Marisol muchos años después y quedé otra vez enamorado de esta linda canción. Serrat y Marisol, unidos por "Tu nombre me sabe a hierba" y después por la militancia política. Otra canción que me lleva a esos bellos años de mi infancia.
Happy Together - The Turtles, 1967: Otra de las canciones que seguramente están en mi memoria por mi tío Pedro. Un grupo que seguramente no conocimos en su momento, pero que siempre estuvo ahí presente. Alguna vez oí la canción y sentí que ya la conocía en detalle. Me gusta muchísimo su ritmo, me trae mucha alegría cada vez que la escucho.
Rosa Rosa - Sandro, 1969: Un buen día de 1968 llevó mi papá a la casa "Una muchacha y una guitarra" de Sandro, un cantante argentino. Al año siguiente, siendo ya muy popular, sacó un nuevo trabajo titulado "Sandro de América", donde incluyó esta canción, que también me recuerda mucho al Ibagué de aquel entonces, donde la buena música nunca faltaba.
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lunes, marzo 20, 2017
El homenaje de la Vuelta a Colombia a Edna Margarita
La publicación de 2 fotos de Alvaro Negrillo en el Foro de Fotografías Antiguas del Tolima, que corresponden a ciclistas con fecha de 1966 me llamó mucho la atención, por el lamentable estado de la carretera por la que estaban transitando, cerca al Páramo de Letras. Mi recuerdo de las carreteras cerca a Manizales en aquellos años era bien distinto, por lo que decidí investigar como era la cosa. Me encontré con varias sorpresas, que me llevaron a escribir esta crónica.
El 25 de mayo de 1966 se cumplió la más dura etapa de la Vuelta de aquel año, que se corrió entre Manizales y Armero. La Vuelta a Colombia había decidido llegar a Armero después de 11 años de no hacerlo, como homenaje a la soberana nacional, la tolimense Edna Margarita Rudd Lucena, nacida en aquella hermosa población de nuestro departamento.
La carrera era bien difícil. Saliendo de Manizales, a 2153 metros de altura, se subía rápidamente en 33 kilómetros bien pavimentados hasta el Páramo de Letras, a 3679 metros de altura.
Después, en la bajada hacia Fresno, la organización de la Vuelta advertía que habían 10 kilómetros en plena construcción, destapados y en mal estado, a la altura del corregimiento de Padua. Allí se tomaron las fotos que publicó Negrillo. En la Colombia de 1966 y más en zona cafetera, las carreteras tenían buen nivel.
Después, en la bajada hacia Fresno, la organización de la Vuelta advertía que habían 10 kilómetros en plena construcción, destapados y en mal estado, a la altura del corregimiento de Padua. Allí se tomaron las fotos que publicó Negrillo. En la Colombia de 1966 y más en zona cafetera, las carreteras tenían buen nivel.
En Letras, pasó primero Javier Suárez, seguido del español Ventura Díaz, Cochise Rodríguez, Carlos Montoya y Pablo Hernández. La foto de más arriba corresponde a Carlitos Montoya, que corría por el equipo del Valle y la foto de abajo a Pablo Hernández, que corría por el equipo de Pereira. En este tramo el español Ventura Díaz pinchó 4 veces.
En Armero, el ñato Suárez llegó con una ventaja de 4 minutos sobre Cochise Rodríguez. 14 minutos después llegó un grupo con Alvaro Pachón, Carlos Montoya, Pablo Hernández, Ricardo Ovalle y Pedro J. Sánchez, el gran León del Tolima, acompañados por Ventura Díaz. Uno de los grandes favoritos, Ruben Darío Gómez, tuvo que retirarse en plena competencia.
Edna Margarita estaba en la línea de llegada, esperando a los corredores. Javier Suárez, el ganador de la etapa, le dio un respetuoso saludo de mano.
Pero el español Ventura Díaz, ni corto ni perezoso, le trató de dar un beso en la mejilla. El padre de Edna Margarita saltó al instante y le propinó un bofetón al español. Edna Margarita permaneció tranquila y buscó al español para tomarse una foto con él.
Una bella jornada, típica de aquellas hermosas Vueltas a Colombia. Gracias a Alvaro Negrillo por recordarlo con aquellas tres hermosas fotografías.
lunes, julio 25, 2016
Juan Mario Laserna
La lamentable muerte de Juan Mario Laserna trae a mi memoria una anécdota del año 1967 con mi papá, Humberto Niño, médico pediatra en Ibagué. Una noche de septiembre de 1967, hacia las 4 de la mañana, me despertó mi papá y me dijo: "camina me acompañas a hacer una consulta y de paso conoces a un gran colombiano" Yo tenía 10 años.
Salimos de Ibagué, tomamos la vía hacia Buenos Aires y cerca de las 5 de la mañana llegamos a una gran finca. Un señor varios años mayor que mi papá nos salió a recibir, muy preocupado pues su pequeño bebé recién nacido estaba enfermo. Mi papá atendió al bebé, le recetó algún remedio y calmó al asustado padre. Luego, mi papá y el señor charlaron un rato, principalmente del gobierno de Carlos Lleras y del hospital que mi papá y otras personas querían hacer en Ibagué para recordar la memoria del abuelo del presidente, Federico Lleras Acosta.
La gran finca era la Hacienda La Palma, histórica propiedad en la meseta de Ibagué. El señor asustado era Mario Laserna Pinzón, fundador de la Universidad de Los Andes. El pequeño bebé enfermo era Juan Mario Laserna, muerto hoy a 5 minutos de aquella hermosa finca.
Juan Mario Laserna pertenecía a una familia vinculada al Tolima por más de 100 años. El primer Laserna llegó de Rionegro, Antioquia y se radicó en Ibagué apenas terminada la Guerra de los Mil Días. En 1908 don Francisco Laserna, don Telésforo Jiménez, don Gabriel y don Manuel Mejía, y don Julio Rubio, todos ellos de origen antioqueño, menos el último, obtuvieron licencia del Concejo para tomar agua del río Combeima y llevarla llano abajo hasta la finca llamada La Palma, que había comprado el señor Laserna. Así comenzaba la irrigación de la meseta de Ibagué, hoy en día una de las tierras más fértiles del mundo entero, por cuenta de la visión de don Francisco Laserna. Durante más de 10 años estuvo solo, pues ningún otro propietario quería contribuir económicamente. En los años 20s, la Hacienda La Palma era ya una hermosa realidad y Francisco Laserna Bravo uno de los hombres más ricos del Tolima.
En 1917 Francisco Laserna compró a Hernando Villa la empresa de alumbrado público de Ibagué. El alumbrado se había inaugurado el 20 de julio de 1908, pero funcionaba muy mal. El primero de marzo de 1917 traspasó Villa la empresa a los señores Laserna y Compañía. La concesión estaba vigente por 60 años, así que durante varias décadas los tolimenses tuvimos que ver con la "Luz Laserna".
En 1923 Francisco Laserna, entonces de 57 años y su esposa Elena Pinzón viajaron a Paris, donde nació el último de sus 7 hijos, Mario Laserna Pinzón. Mario fue uno de los intelectuales más valiosos de Colombia y fundó la Universidad de Los Andes en 1948. Mario, graduado en matemáticas, física y humanidades de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), magíster en filosofía de la Universidad de Princeton (EU) y doctor en filosofía de la Universidad Libre de Berlín (Alemania) fundó la Universidad cuando tenía 24 años de edad.
Gracias a su persistencia logró además para la Universidad, un Consejo Consultivo formado por personalidades mundiales como Thornton Wilder, escritor estadounidense; John Von Neumann, matemático húngaro-estadounidense; y Albert Einstein, físico estadounidense – suizo de origen alemán. Luego de la fundación de la Universidad viajó a Estados Unidos para estudiar una maestría en filosofía, que terminó en 1952. Un año después, fue nombrado rector de la Universidad de los Andes, cargo que ocupó hasta 1954.
En 1963 obtuvo un doctorado en filosofía en la Universidad Libre de Berlín (Alemania) y regresó a Colombia. Posteriormente, fue de nuevo rector de Los Andes, esta vez en calidad de encargado; así como concejal de Bogotá y de Ibagué, director del diario La República y embajador de Colombia en Francia y Austria. En esos años fue que mi papá y Mario Laserna se reunieron en mi presencia en La Palma.
En 1991 fue elegido senador de la República y, posteriormente a su período en el Congreso, volvió a Estados Unidos como investigador del Instituto Santa Fe en Nuevo México. En 2003, el presidente Álvaro Uribe Vélez le entregó la Gran Cruz de Boyacá por sus aportes al país desde la educación, la diplomacia y la política. Murió en Ibagué, el 16 de julio de 2013.
Juan Mario, su único hijo varón, era fruto del matrimonio de Mario Laserna con Liliana Jaramillo. Cuando recién cumplía sus 23 años, Juan Mario recibió el título de economista en Yale; a los 29 años logró un MBA de Stanford University. Fue consultor del BID (2003), director de Crédito Público, viceministro de Hacienda y ministro encargado varias veces, asesor de dos jefes de Estado: César Gaviria y Andrés Pastrana; asesoró también al expresidente César Gaviria en 1994 cuando fue elegido como secretario General de la OEA; y después fue uno de los siete miembros de la junta directiva del Banco de la República.
Esta fue la intervención en el entierro de su padre en la Catedral de Ibagué, el 17 de julio de 2013:
Mañana 26 de julio de 2016, tres años después de esta despedida a su padre, los tolimenses volveremos a reunirnos en la Catedral de Ibagué, esta vez a dar el último adiós a una gran promesa del país, a un digno descendiente de la tradición centenaria de la familia Laserna en el Tolima.
domingo, julio 24, 2016
Melina
Una de las canciones que más he cantado en la vida es "Melina", la hermosa melodía de Camilo Sesto. Recién llegado de la Escuela Naval a Bogotá a mediados de 1975, me encontré con esta bella canción, que estaba dando palo en España en el verano de aquel año. Han pasado más de 40 años y "Melina" aún me acompaña, en la ducha, caminando, pensando, recordando. Esta es la historia detrás de esa canción compañera de mi vida.
AMOR LIBRE
Para el verano de 1975 Camilo Sesto era uno de los grandes cantantes españoles, en aquellos años del boom de las baladas en español. En 1973 había logrado llegar al numero uno de los 40 principales con "Amor, amar" y "Todo por nada" y en 1974 había logrado el tope de las listas con "Ayudadme". Había comprado a Andrew Lloyd Weber los derechos para producir y protagonizar "Jesucristo Superstar" y pasaba por un excelente momento artístico. Simultáneamente al trabajo en el gran musical, decidió sacar un long play para el verano, al que llamó AMOR LIBRE.
Aunque se esperaba que "Amor libre" fuera la gran canción del long play, la canción sorpresa fue "Melina". La canción llegó al numero uno de las listas españolas el 19 de julio de 1975, se sostuvo durante 6 semanas en el tope de los 40 principales y sonó durísimo durante el resto del año y todo 1976 en Latinoamérica. Apenas la canción llegó al número uno, se lanzó un single en 45 revoluciones para aumentar las ventas.
El long play terminó vendiendo 15 millones de copias. Aún hoy, 40 años después, el album registra más de 60 millones de visitas en YouTube, es considerado uno de los más grandes trabajos de Camilo Sesto en su historia musical y uno de los grandes álbumes de la década de los 70 en música en español.
LA CANCIÓN "MELINA"
Aunque no lo supe sino varios años después, "Melina" estaba impulsada por muchas cosas para convertirse en una canción muy importante. Tenía excelente música y una letra que me sigue pareciendo muy especial, que Camilo Sesto había dedicado a una actriz griega llamada Melina Mercouri. La canción, como lo supe después, era una homenaje directo de Sesto a la lucha de Melina contra la dictadura militar griega, que había culminado en 1974 con un resonante triunfo de la oposición. Melina Mercouri había regresado a Atenas a la caída de la dictadura, convirtiéndose en una gran figura política. Para los españoles de 1975, viviendo los últimos meses del gobierno de Francisco Franco, "Melina" representaba no solo una bella canción, sino toda una protesta simbólica, que además se podía cantar a todo grito sin temor a represalias.
"Tu vida y tu razón es tu país, donde el mar se hizo gris, donde el llanto ahora es canto", debía sonar muy especial en aquel verano de 1975 en España. "La huella de tu canto echó raíces, Melina, y vuelven a reír tus ojos tristes, Melina", era una homenaje a una bella película de 1960 y a una gran canción que había cantado Melina Mercouri 15 años atrás. Toda una historia que vale la pena contar.
QUIEN ERA MELINA MERCOURI
Nacida Maria Amalia Mercouri en 1920 según unos biógrafos y en 1925 según ella, Melina Mercouri fue una actriz griega, nacida en Atenas, que se hizo famosa internacionalmente con la película "Nunca en domingo" en 1960. Su interpretación de una prostituta griega le valió ser nominada al Oscar como mejor actriz y ganar el premio a mejor interprete femenina en el Festival de Cannes y los premios BAFTA de 1961. La película fue nominada a 6 premios Oscar y ganó el Oscar a la mejor canción con "Los Niños del Pireo", una de las más hermosas canciones de aquellos años, que seguramente todos hemos oído alguna vez, pero que no sabemos su nombre. Aquí se las dejo:
Con el éxito logrado por esta película, Melina se trasladó a los Estados Unidos y se embarcó en varios proyectos artísticos, incluido el montaje de "Never in Sunday" para Broadway. En esas estaba, cuando el 21 de abril de 1967 un grupo de coroneles griegos, dirigido por Georgios Papadopoulos, se tomó el poder y comenzó una violenta represión contra la oposición.
Melina Mercouri se convirtió en una dura vocera contra el régimen militar, aprovechando su gran popularidad. Su vocación política le venía de casa, pues su padre había sido ministro de un gobierno griego. Entre 1967 y 1974 Melina se dedicó a luchar internacionalmente contra el gobierno griego, denunciando sus abusos, que eran muchos. El gobierno la despojó de su ciudadanía y le prohibió viajar a Grecia. Los 7 años de desastre acabaron el 24 de julio de 1974, cuando finalmente los coroneles entregaron el poder a un gobierno civil. Dos días después, Melina Mercouri llegaba a Atenas, siendo recibida por una gran multitud.
La canción "Melina" es entonces un resumen de esos 7 años de lucha y del regreso triunfal de Melina Mercouri a Atenas en julio de 1974.
Con los años, Melina Mercouri hizo una gran carrera pública. Diputada varias veces, ministra de cultura en Grecia en 3 ocasiones, representante griega en varias conferencias internacionales, se convirtió en una gran defensora del patrimonio cultural griego. Falleció el 6 de marzo de 1994 en Nueva York, víctima de un cáncer de pulmón. Un millón de personas asistieron a sus exequias con rango de funeral de estado en Atenas. El gobierno griego ordenó la emisión de una estampilla y la construcción de un monumento recordatorio de la vida de esta gran mujer.
CAMILO SESTO Y MELINA
Les dejo la versión de Camilo Sesto de 1975, subida a youtube por el usuario Amilcar Ramos, que incluyó algunas fotos de Melina Mercouri en su video:
Y obviamente, la letra de la canción:
Eres fuego de amor
luz del sol
volcán y tierra
por donde pasas
dejas huella
Mujer
tú naciste para querer
has luchado por volver
a tu tierra y con tu gente
Has vuelto
Melina
alza tus manos hacia Dios
que el escuche tu voz
Has vuelto
Melina
tus ojos reflejan el dolor
y tu alma el amor
La huella de tu canto
echó raíces
Melina
y vuelven a reír
tus ojos tristes
Melina
Tu vida y tu razón
es tu país
donde el mar se hizo gris
donde el llanto
ahora es canto
Has vuelto, Melina
alza tus manos hacia Dios
que el escuche tu voz
Has vuelto, Melina
tus ojos reflejan el dolor
y tu alma el amor
La huella de tu canto
echó raíces
Melina
y vuelven a reír
tus ojos tristes
Melina
jueves, septiembre 24, 2015
23 de diciembre de 1968
A raíz del accidente de una tía, que le produjo una fractura de cadera, vino a mi memoria el accidente que tuvimos el lunes 23 de diciembre de 1968, donde mi papá también sufrió una similar fractura. Aquí va la historia:
Mi papá era en ese momento Gerente de la Beneficencia del Tolima y había decidido que los sorteos de los lunes de la Lotería del Tolima se jugaran fuera de Ibagué, en los pueblos del departamento, donde llevaba artistas que estaban comenzando, como era el caso de Silva y Villalba. Después de un sorteo de la Lotería en Guamo, íbamos de regreso a Ibagué en un carro de la Beneficencia manejado por Don Luis, un veterano conductor de la entidad. Mi papá, mis hermanos mellizos y yo íbamos en el asiento de atrás, comiendo un pollo que habíamos comprado a la salida de El Guamo. De pronto, a unos 5 kilómetros del pueblo, chocamos de frente contra una volqueta que estaba varada, sin luces. Caímos a una cuneta de unos 2 metros.
Mi papá sufrió una fuerte fractura en la cadera y gritaba de dolor en el carro. El chofer había quedado con varias costillas rotas y una rodilla destrozada. Atrás mis hermanos y yo estábamos ilesos, salvo una pequeña herida de Juan Manuel. Yo tenía 11 años y me tocó ponerme al frente de la situación. En una total oscuridad, subí como pude a la carretera, donde el conductor de la volqueta se lamentaba, en los últimos momentos de su vida. Logré parar un carro, que se dirigió a toda velocidad a El Espinal, a traer una ambulancia.
Recuerdo con horror la sacada de mi papá y don Luis de la cuneta, el traslado a El Espinal, el largo trayecto hasta Ibagué, mi papá gritando de dolor en cada curva. La llegada a la Clínica Minerva, llena de médicos esperando a su colega y amigo.
Creo que lo operaron al día siguiente, le pusieron varios clavos en su cadera y un gran yeso desde el cuello hasta las rodillas. La entrada a nuestra casa de Cádiz fue de película, pues lo subieron como un gran mueble por las escaleras hasta su habitación del segundo piso. La Navidad fue triste, la pasamos donde mi abuela Paulina, no estaban ni el abuelo Pedro, muerto en mayo de ese año, ni mi papá recién accidentado.
Lo del yeso duró 3 largos meses. Mi mamá tuvo que comprar unas largas manos en la Plaza de Mercado, para que mi papá pudiera rascarse la espalda. Era un enfermo muy complicado, como en general lo somos los hombres. Después de eso estuvo en muletas, luego con bastón. Cojeaba a veces por esta lesión. Las juntas y reuniones de la Beneficencia se hacían en nuestra casa, por decisión del gobernador Ariel Armel.
Ahora los procesos de fractura de cadera no son así de complicados. Ya no hay necesidad de esos yesos tan aparatosos y los procesos de recuperación son más sencillos. Para muchos, el año 68 fue el del Mayo de París y The Beatles. Para mi fue el año de la Vuelta de Pedro J. Sánchez, la muerte de mi abuelo Pedro y este triste accidente.
ÑAPA: El carro del accidente era un Ford gigante, de los años 50s, que había pertenecido al General Gustavo Rojas Pinilla. Ese carro nos salvó de perecer aquella noche.
ÑAPA: El carro del accidente era un Ford gigante, de los años 50s, que había pertenecido al General Gustavo Rojas Pinilla. Ese carro nos salvó de perecer aquella noche.
lunes, abril 06, 2015
La hazaña de Pedro Jota
Jueves 16 de mayo de 1968. La ciudad de Ibagué es un hervidero de pasión deportiva. La Vuelta a Colombia, el gran espectáculo nacional, llega a la ciudad procedente de Armenia. Pedro Julio Sánchez, el gran León del Tolima, ocupa la tercera posición en la clasificación general a 58 segundos del líder Gustavo Rincón. Todos los analistas pronostican una dura lucha en La Línea, el puerto de montaña que decidirá la Vuelta. El Alcalde de Ibagué, Armando Polanco Urueña, pide cordura a la ciudadanía, y respeto por los integrantes de la gran caravana de la Vuelta "máxime cuando uno de nuestros pedalistas, Pedro J. Sánchez, quien ocupa un magnífico puesto en la clasificación general, ha expresado que Ibagué reitere su proverbial cultura en esta clase de actos deportivos".
Los alumnos de quinto de primaria del Colegio Jiménez de Cisneros, entre los que me encontraba, no podíamos contener la emoción por el gran acontecimiento. Todos teníamos nuestros radios a la mano, nadie escuchaba a los profesores, todos estábamos pendientes de la transmisión de las emisoras. A las once de la mañana nos soltaron y yo salí corriendo desde la calle 17 hasta la décima, a ver la llegada de la Vuelta en un lugar privilegiado, el balcón de la casa de mi abuela Paulina, situado exactamente en el punto de llegada de la etapa, carrera tercera con calle décima A.

A las 10:30 de la mañana la etapa había salido de la Plaza de Bolivar de Armenia, rumbo a nuestra ciudad. Ya en las calles de Calarcá Pedro Jota llevaba algunos metros de ventaja a su rivales. Carlos Montoya, segundo en la general, se rezagó en los primeros kilómetros del ascenso. Todo parecía favorecer a nuestro ídolo. Pero el ataque surgió del lado de Javier Suarez, el gran ciclista antioqueño. El Ñato se escapó dejando a todos rezagados en la subida a la Línea, donde pasó en solitario. Pedro Jota llegó de segundo, mientras el líder Rincón vivía un drama y perdía toda opción.
En Ibagué la angustia por el arrancón del Ñato Suárez era grande. La transmisión se perdía en la bajada hacia Cajamarca, porque los ciclistas iban mucho más rápido que los carros de las emisoras. Debíamos esperar a que llegaran a Cajamarca. Cuando apareció el primer ciclista en Cajamarca, el grito de emoción fue unánime: Pedro Jota iba ganando en solitario! Javier Suárez iba de segundo y los otros pedalistas iban muy atrás. Pero otro inconveniente se presentó, con un pinchazo de Pedro Jota entre Cajamarca e Ibagué. Seguíamos en vilo.
Pero ya en las goteras de Ibagué la apoteosis se desató. Pedro Jota seguía de líder y ya el triunfo se veía venir. Apenas se supo en el sitio de meta, sonó el Himno Nacional. Cuando Pedro Jota llegó a la meta, el Bunde Tolimense se oía por la ciudad entera. Mi papá lloraba de emoción en el balcón. Ibagué estalló de alegría, en una emoción colectiva solo comparable a la del campeonato del Deportes Tolima muchos años después. De la multitud salió la esposa de Pedro Jota, fundiéndose en un abrazo con el nuevo líder. Nadie lo podía creer.
Las estadísticas muestran que Javier Suarez llegó a menos de 4 minutos que Pedro Jota, pero en mi recuerdo pasó mucho tiempo para que otro corredor llegara. Cochise fue tercero en la etapa y Pablo Hernández cuarto. Pero todos veíamos unicamente a Pedro Jota, a nuestro gran León. En la general, Pedro Jota quedaba con más de 8 minutos de ventaja sobre Javier Suarez, 9 minutos sobre el español Fulgencio Sánchez y más de 10 frente al anterior líder Gustavo Rincón.
Las estadísticas muestran que Javier Suarez llegó a menos de 4 minutos que Pedro Jota, pero en mi recuerdo pasó mucho tiempo para que otro corredor llegara. Cochise fue tercero en la etapa y Pablo Hernández cuarto. Pero todos veíamos unicamente a Pedro Jota, a nuestro gran León. En la general, Pedro Jota quedaba con más de 8 minutos de ventaja sobre Javier Suarez, 9 minutos sobre el español Fulgencio Sánchez y más de 10 frente al anterior líder Gustavo Rincón.
La siguientes etapas fueron casi de trámite. Recuerda mi gran amigo Gilberto Silva que salimos con mi papá, a despedir la caravana con pañuelos blancos, en la carrera quinta, a la altura del Colegio San Simón. Pedro J. mantuvo la ventaja en Neiva, el viernes 17. El sábado 18, llegó a Girardot con los mismos 8 minutos a su favor. Solo quedaba la etapa del domingo 19, a la que se unió el gobernador del Tolima, Ariel Armel, que hizo el recorrido en moto para acompañar al gran León del Tolima.
Pedro Jota seguía dudando, sin embargo. Expresamente le pidió a su familia que no viajara a Bogotá al recibimiento en El Campín. Pero nada detuvo el triunfo y el domingo 19 de mayo de 1968, con un estadio a reventar, se dio la única victoria de un tolimense en la Vuelta a Colombia. Nuestro más grande deportista recibía la recompensa a una meritoria carrera. En la meta lo esperaba Pepe Cáceres, otro gran tolimense de aquellos años.
Tolimenses de todas partes celebramos esa gran victoria. Ese domingo en Ibagué hubo lágrimas, vivas, desfiles de carros, pitos y banderas. La colonia tolimense en Bogotá estaba toda en El Campín. El orgullo colectivo era muy grande. Nuestro Pedro Jota, el gran León del Tolima, brillaba en el más grande evento deportivo de Colombia.
Se organizó rápidamente una colecta para darle una casa al gran campeón. Recibió un premio de 4500 pesos por parte de la carrera, pero la Gobernación del Tolima le dio un premio de 50000 pesos y Telepostal le concedió otros 40000 pesos, con lo que pudo comprar casa propia. El 24 de mayo lo recibió Ibagué, en un desfile desde Buenos Aires y una manifestación multitudinaria en el Parque Murillo Toro.
Pedro Julio Sánchez nació en Chaparral, el 8 de abril de 1940. Estudió en horario nocturno en el Colegio Tolimense de Ibagué. Comenzó a correr en 1957, a pesar de que su secreta ambición era ser pesista. En 1961 corrió su primera Vuelta a Colombia, siendo el segundo novato del año, detrás de Cochise Rodríguez, ocupando el puesto 13 en la general. Pedro J. se dio a conocer en la Vuelta del año 62, al ganar una etapa con llegada a Popayán y tomar el liderato de la carrera durante 5 días. Fue séptimo en la Vuelta del 63 y onceavo en la de 1964.
En 1965 debió retirarse en la etapa Ibagué - Armenia, aquejado por fuertes dolores, cuando era doceavo en la general. Pedro Jota no quería bajarse de la bicicleta, apenado con sus paisanos, por quienes quería seguir compitiendo. Esa clase de pundonor deportivo era la característica clave de este gran deportista.
En 1966, Pedro J. comenzó a llegar a su mejor nivel. A pesar de tener un equipo muy limitado, competía de igual a igual con la gran cantidad de antioqueños, cundinamarqueses, vallunos y españoles que dominaban las Vueltas de aquellos años. Su coraje le ganó el apodo de El León del Tolima, que todavía lleva con orgullo. En el 66 fue sexto en la general y fue seleccionado a los Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde hizo parte del equipo colombiano que ganó medalla de oro. En 1967 fue quinto en la general.
Para la Vuelta del 68, Telecom y Adpostal se unieron para darle a Pedro J. todas las herramientas para ganar la gran carrera. Pedro Julio Sánchez era empleado de Telecom en Ibagué, donde había llegado como mensajero y había hecho carrera. La unión de las dos empresas se plasmó en el equipo Telepostal, que contrató a Francisco Luis Otálvaro como técnico. Pedro J. se entrenó más de 4 meses para la competencia, algo que no había podido hacer en años anteriores. Con esas herramientas y sus grandes aptitudes deportivas, logró la gran hazaña. Tenía 28 años cuando ganó la Vuelta.
Pedro J. representó a Colombia en los Juegos Olímpicos de México 68 y fue 30 en la prueba de ruta de aquella olimpiada. En 1969 fue quinto en la Vuelta y ganó dos etapas. En 1970 fue sexto. En 1971 fue noveno y ganó su última etapa en la Vuelta, en la llegada a Pereira. En el 72 fue puesto 44. En el 73 obtuvo el puesto 23. En ese año, cuando ya se le veía el cansancio de 13 años de vueltas a Colombia, su esposa le pidió que se retirara. Terminaba así la gran carrera del León del Tolima.
Una Vuelta a Colombia, seis etapas ganadas, 8 veces entre los 10 primeros, una Vuelta a la Costa, medallista de oro en unos Centroamericanos y del Caribe, son sus principales logros. Un gran deportista y un gran señor.
Pedro Jota sigue practicando el ciclismo a sus 75 años, que cumplirá en este mes de abril de 2015. Es una persona tranquila, que vive su jubilación serenamente. Nos ha dejado un legado inmenso de pundonor deportivo, coraje y sencillez. El gran León del Tolima vive en la memoria agradecida de muchos tolimenses, que lo recordamos con cariño y nunca olvidaremos su legado, en especial aquel mayo del 68. Gracias, Pedro Jota, por tantos bellos recuerdos.
Pedro Jota seguía dudando, sin embargo. Expresamente le pidió a su familia que no viajara a Bogotá al recibimiento en El Campín. Pero nada detuvo el triunfo y el domingo 19 de mayo de 1968, con un estadio a reventar, se dio la única victoria de un tolimense en la Vuelta a Colombia. Nuestro más grande deportista recibía la recompensa a una meritoria carrera. En la meta lo esperaba Pepe Cáceres, otro gran tolimense de aquellos años.
Tolimenses de todas partes celebramos esa gran victoria. Ese domingo en Ibagué hubo lágrimas, vivas, desfiles de carros, pitos y banderas. La colonia tolimense en Bogotá estaba toda en El Campín. El orgullo colectivo era muy grande. Nuestro Pedro Jota, el gran León del Tolima, brillaba en el más grande evento deportivo de Colombia.
Se organizó rápidamente una colecta para darle una casa al gran campeón. Recibió un premio de 4500 pesos por parte de la carrera, pero la Gobernación del Tolima le dio un premio de 50000 pesos y Telepostal le concedió otros 40000 pesos, con lo que pudo comprar casa propia. El 24 de mayo lo recibió Ibagué, en un desfile desde Buenos Aires y una manifestación multitudinaria en el Parque Murillo Toro.
En 1965 debió retirarse en la etapa Ibagué - Armenia, aquejado por fuertes dolores, cuando era doceavo en la general. Pedro Jota no quería bajarse de la bicicleta, apenado con sus paisanos, por quienes quería seguir compitiendo. Esa clase de pundonor deportivo era la característica clave de este gran deportista.
Para la Vuelta del 68, Telecom y Adpostal se unieron para darle a Pedro J. todas las herramientas para ganar la gran carrera. Pedro Julio Sánchez era empleado de Telecom en Ibagué, donde había llegado como mensajero y había hecho carrera. La unión de las dos empresas se plasmó en el equipo Telepostal, que contrató a Francisco Luis Otálvaro como técnico. Pedro J. se entrenó más de 4 meses para la competencia, algo que no había podido hacer en años anteriores. Con esas herramientas y sus grandes aptitudes deportivas, logró la gran hazaña. Tenía 28 años cuando ganó la Vuelta.
Una Vuelta a Colombia, seis etapas ganadas, 8 veces entre los 10 primeros, una Vuelta a la Costa, medallista de oro en unos Centroamericanos y del Caribe, son sus principales logros. Un gran deportista y un gran señor.
Pedro Jota sigue practicando el ciclismo a sus 75 años, que cumplirá en este mes de abril de 2015. Es una persona tranquila, que vive su jubilación serenamente. Nos ha dejado un legado inmenso de pundonor deportivo, coraje y sencillez. El gran León del Tolima vive en la memoria agradecida de muchos tolimenses, que lo recordamos con cariño y nunca olvidaremos su legado, en especial aquel mayo del 68. Gracias, Pedro Jota, por tantos bellos recuerdos.
Para conocer más de Pedro J, les dejo de sobremesa esta buena entrevista:
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