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sábado, enero 22, 2022

El histórico muelle de Puerto Colombia

El jueves 15 de junio de 1893 se inauguró en la pequeña población de Cupino, cerca de Barranquilla, un imponente muelle, que reemplazaba al anterior de madera, construido cinco años atrás. Se trataba de una vía de 3500 pies, emplazada sobre las olas del Mar Caribe, con un muelle para el atraque de 180 metros de largo, hasta donde llegaba el ferrocarril, lo que permitía el transbordo directo entre los dos sistemas de transporte y su conexión directa con la estación Montoya, al lado de la Aduana en Barranquilla. Era en ese momento el segundo más largo del mundo y el tercero de mayor calado.

Su constructor fue el famoso ingeniero cubano Francisco Javier Cisneros, que dejó grandes obras en Colombia, especialmente en todo lo relacionado con ferrocarriles. Cisneros fue el responsable de la construcción del ferrocarril de Antioquia, el ferrocarril del Cauca o del Pacífico, que partió de Buenaventura y llegó a Cali, así como de los ferrocarriles de Girardot a Facatativá, y de La Dorada a Honda. También participó en el tranvía de Barranquilla, la mejora de la navegación en el bajo Magdalena, organizando al mismo tiempo varias compañías de navegación a vapor para transportar pasajeros y correo por el canal del Dique, el río Magdalena, el Nechí y el bajo Cauca.


Cisneros le había propuesto al presidente Rafael Nuñez que la población alrededor del muelle se llamara Puerto Nuñez, a lo que el presidente le sugirió que prefería que se llamara Puerto Cisneros. Finalmente, tomaron la decisión que se llamara Puerto Colombia. A Cisneros se le considera el fundador de la población.

La obra tuvo una importancia impresionante para Barranquilla, que pasó a considerarse la Puerta de Oro de Colombia. A los 10 años de su inauguración, las exportaciones que se hacían desde Puerto Colombia eran espectaculares. Los 40.000 sacos de café que se exportaban en 1874 por Salgar se habían multiplicado por 10. La expansión de la economía cafetera beneficiaba a Barranquilla y esta, a la vez, beneficiaba con su dinámica portuaria a la economía nacional. Puerto Colombia era, a comienzos del Siglo XX, el primer puerto colombiano que manejaba el 60 por ciento del comercio con el mundo. El agitado muelle de Puerto Colombia era la obra civil más importante de todas. Barranquilla pasó de 16.000 habitantes en 1875 a 40.000 en 1905. Hacia 1938 tenía 150.000 habitantes.


Así lucía el puerto en junio de 1909, en una postal enviada por un turista francés a su familia. Había una frenética actividad de todo tipo alrededor del muelle, que era referencia obligada de Colombia en el exterior.

El miércoles 18 de junio de 1919, el aviador William Knox Martin decidió llevar un envío postal de Barranquilla hacia Puerto Colombia. El joven Mario Santodomingo se animó y se subió al Curtiss. Luego de 10 minutos de vuelo, arrojaron un paquete que contenía 164 cartas en la Plaza de Puerto Colombia. Nacía el correo aéreo en nuestro país. 


Muchos barcos de turistas e inmigrantes llegaban por Puerto Colombia a nuestro país, incluido el vapor Patricio de Satrústegui, que llegó a Puerto Colombia el 2 de julio de 1918, con 120 inmigrantes españoles, la mayoría de ellos contagiados con la gripa española, la pandemia de hace 100 años. 


Esta es otra foto del puerto hacia 1924, cuando ya se comenzaban a presentar problemas de sedimentación. Desde 1919 las autoridades y los empresarios buscaban una alternativa al problema que ello causaba.



Los sucesivos gobiernos de los años 20s y 30s dieron completa prioridad a Bocas de Ceniza, para reemplazar al muelle de Puerto de Colombia. En 1937 el puerto de Barranquilla se dio al servicio con la doble función fluvial y marítima. En 1943 una decisión gubernamental prohibió el atraque de naves en el muelle inaugurado 50 años atrás en Puerto Colombia. 

El municipio, con aquella decisión, entró en completa decadencia, condenando así a la ruina y al olvido a la floreciente población. Se generó algo de turismo, proveniente de familias barranquilleras. Mis padres visitaban mucho las playas de Puerto Colombia, cuando en 1959 mi papá estaba en la Armada Nacional como oficial médico. En esas playas disfruté mi primer baño de mar. 


El 7 de marzo de 2009, el muelle colapsó, derrumbándose sus últimos 200 metros, por lo que la estructura fue cerrada. Parecía el último golpe que acabaría con la moribunda población.


En 2016, la Gobernación del Atlántico comenzó el proceso para recuperar parte del muelle. El 5 de julio de 2019 la empresa colombo francesa Soletanche Bachy Cimas, inició la demolición completa del muelle por encargo del gobernador del Atlántico Eduardo Verano De La Rosa, desapareciendo así las ruinas del que fue uno de los muelles más largos del mundo. Se diseñó una superestructura de 200 metros lineales, con una plataforma de 4,45 metros de ancho, soportada sobre pilotes metálicos hincados. Adicionalmente, cuenta con la instalación de barandas de protección e iluminación sobre toda la plataforma. Durante su ejecución, el proyecto generó más 200 empleos directos y 35 indirectos.

Hoy, 22 de enero de 2022, se inauguró esta obra por parte del presidente Duque y la gobernadora Elsa Noguera, obra que rescata una importante parte de la historia colombiana y debe traer recuerdos grandes a muchos inmigrantes a nuestros país. Se construyó cerca de la llamada Plaza del Inmigrante. Ojalá vuelvan los tiempos dorados a Puerto Colombia. 








domingo, julio 12, 2020

La generación del 35

Los descendientes de Pedro Niño y Paulina Rodríguez somos bastantes. Tenemos la fortuna de contar con 12 personas en la primera generación, 21 nietos, más de 40 bisnietos y 8 tataranietos, más otra tataranieta en camino. Una familia grande y unida.

De todos ellos, quisiera hablar hoy de los 4 miembros de esa gran familia que nacieron alrededor de la muerte de Carlos Gardel, el 24 de junio de 1935. Dejando de lado a mi papá, que nació en noviembre de 1933, estoy hablando de Mario Giraldo Palacio, nacido en Calarcá el 21 de abril de 1934, Oliva Niño Rodríguez, nacida el 29 de junio de 1935 en Ibagué, Gloria Ballesteros Garzón nacida en Bucaramanga el 7 de agosto de 1935 y Rafael Stand Vega, nacido en Barranquilla el 6 de octubre de 1935. Para mi, los miembros de la generación de 1935.

Cuatro fotos resumen la Colombia de aquellos días. La foto de despedida al presidente Olaya Herrera, el domingo 5 de agosto de 1934, 3 meses después del nacimiento de Mario. Los titulares de prensa del 25 de junio de 1935, pocos días antes del nacimiento de Oliva. Los grumetes de la Armada, desfilando en el Hipódromo de Palermo en Bogotá, el día del nacimiento de Gloria, que siempre será feriado en Colombia. La caricatura de Benito Mussolini en octubre de 1935, en los días del nacimiento de Rafael, mostrando la primera de tantas guerras que marcaron los años de infancia de nuestros familiares. Todos ellos tenían 10 años cuando terminó la Segunda Guerra Mundial.






Después de terminada la Segunda Guerra, vinieron años confusos para Colombia. La violencia en los campos y la influencia en las ciudades de la euforia de los años cincuenta en Estados Unidos. La música juvenil, las fuentes de soda, los carros grandes, marcaron la adolescencia de nuestros familiares. Bogotá era la ciudad donde se reflejaban esas tendencias mundiales y Chapinero el barrio donde más se concentraba la juventud de aquellos días.

Una foto en ese idílico Chapinero muestra la llegada de mi mamá al seno de la familia. En 1955, hace ya 65 años, posaron dos parejas en un parque del barrio. Humberto y Gloria, junto a Cico y Oliva. Humberto había conocido a Gloria en una casa del vecindario y también le había presentado a su compañero de universidad Francisco Pérez a su hermana Oliva. 




Mis papás se casaron en agosto de 1956 en Bogotá. Llegué yo y luego Claudia en 1958. En abril de 1959 las 2 parejas volvieron a posar juntas, para el matrimonio de Francisco Pérez y Oliva Niño en Ibagué. 


Ya había entrado en escena también el tercer miembro de la generación del 35. Humberto había coincidido con Rafael Stand en la Armada y estaban juntos el 8 de mayo de 1957, cuando yo llegué al mundo. Rafael siempre recuerda con cariño el famoso telegrama de mi nacimiento: "Por favor avisarle al Capitán Niño que está en Puerto Niño que le diga al teniente Niño que le acaba de nacer en Ibagué un niño. Firma Alvaro Niño." El teniente de Fragata Stand terminó de novio de mi tía Martha y se casaron el 26 de diciembre de 1959, algunos meses después del matrimonio de Cico y Oliva. El matrimonio se aceleró, pues el novio había sido trasladado por la Armada a Washington.  



Llegaron varios primos antes del ingreso de Mario Giraldo a la familia. Jaime, Sandra, Rafa y los mellizos ya habían nacido cuando comenzó el noviazgo de Mario y Marina. También allí intervino de alguna manera mi papá. Un pariente santandereano por el lado Niño parecía contar con el beneplácito de los abuelos Pedro y Paulina, pero Mario insistía e insistía. Los Giraldo Palacio habían llegado a Ibagué a comienzos de los sesentas y Mario había conocido a la familia y se había fijado en la bella Marina Niño. Mi papá facilitó el noviazgo, convenció a la abuela Paulina de las bondades del candidato y finalmente se casaron el 26 de mayo de 1962. 

En lo que no cedió la abuela Paulina fue en la pinta de los pajecitos. La entrada del último miembro de la generación del 35 a nuestra familia marcaba el posible comienzo de mi carrera como obispo.



Los siguientes años marcaron la llegada de nuevos primos y la consolidación de las familias. En diciembre de 1969 hay una foto con los primos provenientes de los matrimonios de la generación del 35 con mi abuela Paulina. También aparece Carlos Hernando, primer fruto de la unión de Hernando Niño y Aydeé Durán, el primer primo que consideramos de la generación de los años 70s, a pesar de haber nacido en septiembre de 1969. 


Pocos meses después de esta foto, el 14 de junio de 1970 se casaban Pedro Antonio Niño y Elsa Jimenez. Aquí comparto esta bella foto con mis tíos Hernando y Aydeé.



LOS AÑOS 70s y MÁS ALLÁ

En diciembre de 1974 se celebró una gran reunión familiar, para reunir a todos los miembros de la familia en Ibagué. Allí vuelven  a reunirse los miembros de la generación del 35, todos cercanos a los 40 años, lo que llaman "en la flor de la edad". Jóvenes, vitales, formando familias, con un montón de chiquitos que enloquecían a la tía Luisa, a nuestra empleada Helena y cuantos se atravesaran en el camino. Todavía no había ningún universitario, el nieto mayor que soy yo estaba terminando bachillerato en la Escuela Naval (lo que explica el peluqueado de la foto)


Pasaron muchas cosas en los años siguientes. 10 años después de esa bella reunión, moría mi papá en un accidente de tránsito. En 1993 fallece Cico. Y ya en el siglo XX nos dejaba el primo menor, Juan Pablo Niño. Los años pasaban para los miembros de la generación del 35, mientras llegaban los primeros bisnietos para Pedro y Paulina, comenzando con Germán Felipe Niño en 1984.

Este post no es ni mucho menos la historia familiar, llena de anécdotas, matrimonios, nacimientos y muchos otros detalles en 40 años de vida. Así que vuelvo a tomar el hilo de mi relato el 9 de noviembre de 2014, 40 años después de aquella foto. Por alguna razón, los 4 miembros del 35 coincidieron en una reunión en Bogotá, les pedí que posaran para una foto y salió esta bellísima imagen.


Mario ya había cumplido 80 años, pero los 4 querían celebrar en el 2015 los 80 años de vida. Oliva hablaba de su fiesta en Ubaté, pero Rafael quería que hicieran una fiesta juntos en Bogotá o en Ibagué, para celebrar la llegada al octavo piso. La enfermedad de Rafael Guillermo Stand aplazó los planes de la fiesta conjunta, que no pudo llevarse a cabo. 

En febrero de 2020 Mario, Oliva y Rafael estuvieron en Ibagué, celebrando la vida de Hernando Niño. Allí también tomé una foto de los 3, en la última reunión familiar antes de la pandemia. No solamente estaban ellos, 9 miembros de la primera generación de descendientes posaron para aquella foto. Solo faltaba mi mamá, quien no pudo viajar a Ibagué. 


Hace un mes nos dejó Mario, el 12 de junio de 2020, con gran tristeza para todos en la familia. Celebramos 2 días después los 50 años del matrimonio de los tíos Piter y Elsa. El 30 de junio celebramos también virtualmente los 85 años de mi tía Oliva.

En tiempos de pandemia llegarán también los 85 años de mi mamá y Rafael. Celebraremos su vida con gran alegría, con la nostalgia de los seres queridos que ya no nos acompañan. Gracias por tantos recuerdos, generación del 35. 

viernes, junio 12, 2020

Mario Giraldo

En este triste día de la muerte de Mario Giraldo Palacio, solo tengo recuerdos especiales de un gran hombre. Aquel que me abrió su casa en Cartagena en aquellos lejanos días de 1973. Aquel melómano de tantas charlas deliciosas a lo largo de muchos años. El que siempre me miró con ojos bondadosos. El que me abrió oportunidades de trabajo y esperanza en esos oscuros días de 1998, cuando todos me volteaban la espalda. Mi amigo Mario.

Una de las fotos que más me gusta, por muchas razones, la tomó Pedro Miguel Niño, el primero de mayo de 2010. En ella aparecemos Mario Giraldo y Germán Niño, en el Country Club de Bogotá, en medio de una amena conversación. No recuerdo de que hablábamos cuando Pedro nos pidió posar para la cámara, pero el resultado fue muy bueno. Aparece Mario elegante, muy bien puesto, mientras que yo también salgo bien librado. Cada vez que veo esa foto, solo vienen cosas buenas a mi mente.  Todos los primero de mayo Facebook me trae este recuerdo y pienso en Mario, pienso en algunas noches de bohemia en Cali, en su amor por la música. Ahora, esta foto se vuelve muy valiosa. 


En febrero de este año tuve mi último encuentro con Mario, en Ibagué. Tuve la oportunidad de charlar un buen rato con él e hicimos un par de negocios, más por insistencia de Mario que por parte mía. Le conté que tenía un parlante Bosé casi sin usar e insistió en comprármelo. Me preguntaba por cada detalle, con un entusiasmo juvenil que nada tenía que ver con su estado de salud. Me pidió precio, regateó como buen paisa y me insistió en que apenas llegara a Bogotá debía enviárselo. Se lo envié algunos días después de nuestro encuentro y hablamos varias veces de cuánto lo disfrutaba. La última vez que hablamos subió el volumen, dejándome oír alguna buena melodía de su amplio repertorio musical.

En sus últimas semanas, me hizo un regalo, pero pidiéndome que asumiera el flete desde Cali. Me dijo que quería regalarme su bola de bolos. "¿Que voy a hacer yo con eso, Mario?" Le decía yo. "Quiero que quede en buenas manos", me insistía. Me la envió y aquí la tengo. Un recuerdo muy especial de parte de un gran amigo.

En ese último encuentro, tuve oportunidad de tomar una foto que resume la existencia vital de Mario Giraldo Palacio. Aparece en el Hotel Sonesta de Ibagué, sonriente, rodeado de su bella familia. Mi hermosa tía Marina, mis primos Jose Fernando, Luis Mario y Ana María. Felices, en un fin de semana muy especial. Llegarían poco después la pandemia, la gravedad, la muerte. Nadie, sin embargo, nos podrá quitar los bellos recuerdos de esa última ocasión en que estuvimos juntos.


Un abrazo fuerte, Mario. Un saludo para mi papá y para Cico Pérez, nos hacen mucha falta. Queda tu recuerdo, queda mi tía Marina y mis queridos primos, los nietos y los bisnietos, a quienes hoy les envío todo mi amor y mi solidaridad. Gracias por todo, gracias por tu vida.


domingo, diciembre 29, 2019

Un bisiesto muy festivo

El 2020 será bisiesto, como muchos de los años que son múltiplos de 4. Pero este año tiene la particularidad de que el 29 de febrero cae en sábado, lo que resulta muy especial para Colombia. La última vez que tuvimos bisiesto sabatino fue en 1992, en plena euforia de la apertura de Gaviria. 

Se preguntarán mis lectores que tiene de especial que el 29 de febrero de 2020 caiga en sábado. Pues resulta que esa fecha genera una interesante cadena de puentes festivos en nuestro país. Aquellas fechas especiales que no cambian por la ley de Raimundo Emiliani (que Dios tenga en su gloria) tienen su compensación en este año. El primero de mayo cae en viernes. El 20 de julio, en lunes. El 7 de agosto, en viernes. El 12 de octubre, también en lunes. El 8 de diciembre cae en martes, así que toca hacer un esfuercito y generar un puente festivo de 4 días. El 25 de diciembre y el primero de enero caen en viernes. La moñona es completa.

Esta es la lista completa de los 17 puentes festivos en el 2020, para deleite de los hoteleros y los amantes del descanso amparado por la ley:

PRIMER TRIMESTRE

1. Arrancamos con un puente de Reyes Magos muy bien localizado en el calendario. El primero de enero de 2020 cae en miércoles, el 6 de enero cae en lunes, así que la tentación de tener un puente festivo de casi una semana es muy grande.
2. Después de una tortura de 10 semanas sin puentes festivos entre enero, febrero y la primera quincena de marzo, llega San José el lunes 23 de marzo a romper esa racha. Esa tanda de 10 semanas es la más larga del año, dando algo de respiro a las familias para recuperarse del gasto de fin de año y la entrada de los colegios Calendario A.

Para poder equilibrar algo el trimestre, este año programamos matrimonio de una sobrina el 29 de febrero en Santa Marta. Así celebraremos debidamente el día bisiesto, tomando el lunes 2 de marzo para tener un fin de semana largo en esta sequía de festivos.

SEGUNDO TRIMESTRE

3. En la primera quincena de abril tenemos la Semana Santa. Arranca el sábado 4 de abril, víspera del Domingo de Ramos y remata el 12 de abril, Domingo de Pascua.
4. El viernes primero de mayo se arma un puente no tradicional en Colombia, pero que celebraremos con gran entusiasmo. Los regalos del bisiesto hay que tomarlos con humildad, pero sin dejarlos pasar.
5. El lunes 25 de mayo celebramos la Ascensión del Señor, uno de los buenos regalos de Raimundo Emiliani (que San Guchito tenga a su lado en el cielo)
6. El lunes 15 de junio celebramos Corpus Christi, que pasa del jueves 11 de junio al siguiente lunes (tres jueves hay en el año, muy dignos de admiración, Corpus Christi, jueves santo y jueves de la ascensión)....Durante este puente arranca la Copa América, con partido Colombia - Ecuador en Bogotá el sábado 13 de junio.
7. El lunes 22 de junio celebramos la consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús. Esa centenaria tradición fue declarada inexequible por la Corte Constitucional, que en su sabia sentencia no se atrevió a modificar el festivo de junio. Tendremos Copa América todo el festivo, con 5 partidos en Colombia y Argentina. Colombia juega contra Perú el domingo 21 de junio en Medellín.
8. El lunes 29 de junio celebraremos a San Pedro, especialmente en mi Tolima Grande. El plato fuerte sigue siendo la Copa América, con el partido Colombia - Brasil en Barranquilla el sábado 27 de junio. La meta es celebrar este puente en las playas de Santa Marta y asistir al partido de Colombia, si Dios y la Federación Colombiana de Fútbol lo permiten.



TERCER TRIMESTRE

9. El 20 de julio cae en lunes, así que este es el segundo regalo del bisiesto en sábado. Un festivo necesario, después de que terminen las emociones de la Copa América el 12 de julio en Barranquilla.
10. El 7 de agosto cae en viernes, tercer regalo del año bisiesto sabatino. Cae muy bien, para celebrar los 85 años de mi mamá.
11. El lunes 15 de agosto celebraremos la Asunción de la Virgen. Habrá que celebrar por todo lo alto este puente, pues allí se inicia una racha de 7 fines de semana seguidos sin festivos.



CUARTO TRIMESTRE

12. Después de atravesar el desierto de septiembre, llegamos al lunes 12 de octubre. El Día de la Raza llega muy bien, a cortar la sequía de 7 semanas sin festivos.
13. El lunes 2 de noviembre marca otro puente festivo Emiliani, esta vez con el motivo del Día de todos los santos. El puente del 2019 lo pasamos en Medjugorje, rodeados de miles de italianos que cruzan el Adriatico para también celebrar esa fecha.
14. El lunes 16 de noviembre celebramos la Independencia de Cartagena. Solía ser una fecha muy especial por el Reinado Nacional de Belleza, a quien hace rato le pasó su cuarto de hora.
15. El 8 de diciembre cae en martes, así que toca empatar el fin de semana anterior con este festivo entre semana, para sacar fuerzas para la temporada navideña. Puede ser una buena oportunidad para la Jornada de Acción Social de nuestra familia, seguida de un fin de semana de hotel en la zona del Centro Andino de Bogotá.
16. 25 de diciembre cae en viernes, así que se puede organizar una buena celebración navideña desde el jueves 24 sin ningún problema.
17. El primero de enero de 2021 cae en viernes, así que la celebración de fin de año arranca el jueves 31 de diciembre y termina el lunes 11 de enero de 2021.

LA MALA SUERTE DE LOS BISIESTOS

Parece que nos espera un buen año bisiesto en materia de festivos. Sin embargo, vale la pena recordar que los bisiestos también traen mala suerte. En 1992, cuando tuvimos esta oportunidad, el bisiesto sabatino se dejó ver apenas pasando el 29 de febrero. El lunes 2 de marzo de 1992 arrancó el racionamiento del gobierno Gaviria, que duró hasta el 7 de febrero de 1993. Así que tuvimos muchos puentes, pero literarmente poca energía para disfrutarlos.



En 1964, recién pasado el sábado bisiesto, el gobierno de Guillermo León Valencia arrancó una feroz operación contra un pequeño grupo de guerrilleros en las montañas de Marquetalia. Después de perder una buena cantidad de reses y gallinas, los sobrevivientes fundaron una nueva guerrilla, llamada Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. Buena herencia nos dejó aquel bisiesto de hace 56 años.



Vamos a ver como se comporta el 2020, que fue precedido por un muy movido año 2019 a nivel mundial. Las marchas descontroladas, la "resistencia" al establecimiento, fueron grandes protagonistas del año pre-bisiesto. ¿Seguiremos el camino de los 2 bisiestos sabatinos anteriores? ¿Mucha fiesta, pero el rancho ardiendo?

sábado, mayo 06, 2017

Las 60 de mis 60

Llegando al gran paso de mis sesenta años (los nuevos cuarentas, dirán algunos), es hora de hacer listas. Para mi, una de las cosas que más me han llenado es la música. No solamente quiero hacer la famosa Bucket List, que cada día parece más complicada, sino de hacer un repaso de las cosas que influenciaron mi vida durante estas seis décadas.



No he sido un gran melómano, en el sentido de saber de música clásica, opera o cosas muy complicadas. Pero si he oído mucha música, he tenido muchos vinilos, cassettes, CDs, etc. Con la llegada de Spotify he dejado de comprar música, pues está a un click en el computador, la tablet o el iPhone. Hace muchos años no he vuelto al centro a mi almacén favorito, cuyo lema era "disco que no tengamos, no existe". 

Sentí que era el momento de hacer una recopilación de la música que más me ha impactado en mi vida. Una tarea dificilísima, para alguien a quien le ha gustado desde la música de carrilera más extrema hasta la opera más sofisticada, pasando por rancheras, boleras, tangos, música de plancha, etc. Limité mi lista a 60 canciones, una por cada año de vida.

Aquí se las dejo, ordenadas por distintas épocas de mi vida.





La lista completa puede ser escuchada en Spotify. Hay una versión gratis de la aplicación, donde creo que esta lista puede ser guardada por cualquier persona.





domingo, febrero 26, 2017

100 años de historia de la Gobernación del Tolima

El edificio de la Gobernación del Tolima ha estado en el mismo sitio de la ciudad de Ibagué desde 1886, cuando se creó el Departamento del Tolima, en el modelo de gobierno centralista de Rafael Nuñez. He querido preparar este post con la intención de hacer un pequeño recuento de estos 130 años de historia de uno de los sitios más tradicionales para cualquier ibaguereño: La Gobernación, junto al Parque Murillo Toro y el famoso palo de mango, hacen parte de la memoria colectiva de nuestra ciudad y nuestro departamento.

LA CASA DE 1886

En 1886, el primer gobernador del Tolima, General Manuel Casabianca, compró una casa frente a la plazuela de Santo Domingo, entre la catedral y la casa esquinera de la Carrera 3 con Calle 11, en donde funcionaría la Gobernación del Tolima. El gobierno compró la construcción, pero careció de dinero para remodelarla o construir una sede que pudiera resolver todas las necesidades administrativas del nuevo ente territorial. Ibagué era entonces una ciudad de paso en el Camino del Quindío, entre Bogotá y Cartago. Casabianca donó una gran cantidad de muebles para el funcionamiento de la casa, que se "perdieron" posteriormente, como lo consignaré en esta crónica.

La plazoleta de Santo Domingo estaba situada muy cerca de la Plaza Mayor de Ibagué y de su iglesia, que más tarde se convertiría en la Catedral de la ciudad.


LA REMODELACIÓN DE 1903

Para 1903 la ciudad había duplicado su tamaño y su importancia. La sede administrativa de la Gobernación se quedó pequeña y el gobernador Antonio Gutiérrez debió adelantar una primera remodelación. El propósito de este post no es precisar la técnica arquitectónica ni los detalles de la remodelación, pero existe un muy buen documento del profesor Andrés Francel que describe muy bien estos aspectos técnicos: VER DOCUMENTO ANDRES FRANCEL

De acuerdo a Francel, se realizó la remodelación del edificio de la gobernación, consistente en el "bordado" de su fachada, mediante el adosamiento de molduras y pilastras para implementar el historicismo característico de comienzos del siglo XX. Esta técnica de actualización fue consecuencia de la carencia de dinero, pero buscando el concepto de "embellecimiento" urbano. De acuerdo a Francel esta remodelación significó, desde su realización, tanto un avance como una insatisfacción por la imposibilidad de realizar las obras arquitectónicas con las características ideales.

LA GOBERNACIÓN EN 1918

Seguramente hay fotos anteriores a 1918, pero en ese año la Gobernación ya remodelada quedó registrada en el monumental Libro Azul de Colombia que se imprimió en ese momento. Se destaca la entrada al edificio, donde se aprecia un escudo de Colombia. Los balcones del segundo piso están cerrados en esta foto, tomada desde la calle 10A, cerca de la reja del Parque Murillo Toro. En total, en el segundo piso habían 9 balcones, mientras que en el primero había una entrada principal, junto a 8 marcos de oficinas, cada uno de ellos adornado por un arco.



En ese mismo año 1918, el viajero Rufino Gutiérrez describía así el edificio:

"La casa de la Gobernación es un edificio grande de dos pisos, cómodo, de buena construcción, que ha sido notablemente ampliado por el actual gobernador con un segundo tramo, y no está mal paramentado; pero en algunas de las oficinas encontré poco aseo, y en los muros de los claustros han pintado por vía de adorno unos paisajes que apenas estarían bien en una chichería. El salón de Sesiones de la Asamblea; construido por el mismo Gobernador, es amplio, cómodo y tiene buen mobiliario. Uno de los anteriores Gobernadores, creo que el General Casabianca, introdujo lujoso mobiliario para las oficinas de la Gobernación, y de eso no queda nada, porque con posterioridad se lo apropiaron algunos empleados, y no de los de menor categoría."

Como ven, ya en aquellos días existían empleados que se apropiaban de los bienes públicos sin ningún pudor.

Hacia 1920 fue tomada esta segunda foto, donde se observan los 9 arcos de adorno del primer piso, así como los balcones del segundo piso. Se alcanza a apreciar el arco de entrada al Parque Murillo Toro y el famoso mango de Ibagué. También, en primer plano a la izquierda, la casa blanca vecina a la Gobernación.


Un año después de tomada esta segunda foto, fue publicada una de las fotos más lindas de esa época en Ibagué, en frente del edificio de la Gobernación, que permite observar en detalle la entrada al Parque Murillo Toro.


LA GOBERNACIÓN A FINALES DE LOS AÑOS 20

Hacia 1928 el Parque Murillo Toro había perdido sus rejas y el bello arco de entrada, traído según algunos desde Francia. El edificio de la Gobernación seguía igual. En esta tercera foto se aprecian 4 balcones del segundo piso, 2 de ellos abiertos. Se aprecian 4 arcos del primer piso.


Esta cuarta foto, fechada en1929 muestra casi todo el edificio. Se observan los 4 balcones izquierdos, el escudo central, más 3 balcones del lado derecho. Se reconocen 8 arcos en el primer piso, incluido el que está encima de la puerta principal. Como veremos, ya el edificio era pequeño para las necesidades del Departamento.


Esta quinta foto, también de 1929, muestra un gran acercamiento al edificio. Los 9 balcones, los 9 arcos, la puerta principal, los detalles del ladrillo, etc., son claramente apreciables en esta foto propiedad del Banco de la República.


LA REMODELACIÓN DE 1930

Las insatisfacciones que quedaron en la remodelación de 1903, originaron una gran reforma, el tercer edificio según Francel, construido en 1930 por el arquitecto Helí Moreno Otero, con un enfoque neoclásico. Se cambió la fachada de ladrillo, se modificaron los 9 balcones del segundo piso, se incluyó un gran escudo nacional. Se modificaron totalmente los marcos del primer piso. Sobre la base del edificio viejo, Moreno Otero hizo un notable cambio, que fue registrado por el fotógrafo Camacho Ponce en esta buena fotografía.


En esta foto de 1936, se aprecia el conjunto del edificio de la Gobernación, el Parque Murillo Toro, el palo de mango y la construcción vecina, donde funcionaba, entre otros, el Circulo Social de Ibagué.


A comienzos de los años 50, la Gobernación se mantenía en muy buen estado, pero la ciudad seguía creciendo y las necesidades de espacio eran muy grandes. La violencia política había llevado a muchas familias desde el campo hacia Ibagué y cada vez era más inminente una expansión del edificio. Así lucía la Gobernación en 1952:


LA DEMOLICIÓN DE UN EDIFICIO HISTÓRICO

Con la llegada de Gustavo Rojas Pinilla al poder, en medio de una bonanza cafetera importante, se dio un frenesí de obras públicas como muy pocas veces en nuestra historia. Ibagué no fue la excepción. El nuevo gobernador, César Cuéllar Velandia, junto con su secretario de obras, Bernardo Tello, autorizaron la construcción de un nuevo edificio para la Gobernación, a mediados de 1954.

Para ello, se utilizaron los terrenos de la vieja gobernación, la casa vecina de dos plantas donde funcionaba el Café Niza y los terrenos de las casas que habían sido de Jose María Cuervo y las hermanas Grillo, sobre la actual carrera segunda. El contrato de construcción del nuevo edificio fue desarrollado por la firma Martínez Cárdenas y Cía, de Bogotá, en un plazo de 20 meses con un costo de 5.8 millones de la época. Se construyeron 14600 m2. 

En octubre de 1954 comenzó a caer una preciosa parte de la historia arquitectónica de Ibagué. Para enero de 1955, no quedaba nada del viejo edificio.




EL ACTUAL EDIFICIO


Hacia mediados de 1958 fue inaugurado el nuevo edificio de la Gobernación del Tolima, por el gobernador Dario Echandía. El edificio sigue funcionado hoy en día, sin muchos cambios respecto a 60 años atrás. El edificio fue pensado con generosidad, aún hoy en día con todo el crecimiento de la burocracia sigue sin llenarse totalmente. Dice Andrés Francel:

"Al edificio se le han realizado algunas remodelaciones para instalar el Centro de Convenciones Alfonso López Pumarejo y sus salones anexos, con lo cual quedó desvirtuada la presencia de una planta libre en los planos originales y se reemplazó por la necesidad de un escenario para eventos multitudinarios que no fueron contemplados en 1954. Ha presentado sub utilización de su superficie por lo cual se ha pensado en arrendar algunos pisos para rentabilizarlos, lo cual evidencia enfoques diferentes entre las medidas mínimas para los espacios programados en 1954 y los requerimientos contemporáneos. Sin embargo, se han aprobado recursos para su reforzamiento estructural y se ha desarrollado una jornada para su embellecimiento en el cual han participado los funcionarios de la entidad, de lo que se deduce la vigencia del edificio como símbolo local, a pesar de las diferencias conceptuales entre el momento de su construcción y la actualidad."



RECONOCIMIENTO: Casi la totalidad de las fotografías usadas en esta crónica han sido tomadas del grupo de Facebook Fotografías Antiguas y Personajes del Tolima. He usado como fuentes algunos artículos escritos por Hernando Bonilla Mesa y Andrés Francel.

miércoles, agosto 03, 2016

El paraíso perdido - las vacaciones mortales de Sarita Ramírez

Viernes 29 de julio de 2016, 8 de la mañana. Una joven pareja de turistas llega a registrarse en la recepción del Star Resort Hotel Villas del Palmar en Cancún, México. Adicional a los empleados del hotel 5 estrellas, otros ojos registran la llegada de los dos muchachos. Un blanco fácil, es lo que detectan. Una joven pareja, ambos de 22 años, solos, enamorados, ingenuos, sin ninguna compañía adicional. Antes de 24 horas la hermosa niña habrá muerto, mientras su novio será extorsionado sin compasión.


Sarita Ramírez Bonilla era una hermosa niña de 22 años, con todo el futuro por delante. Graduada de un buen colegio en Broward County en la Florida, asistía a la universidad y trabajaba tiempo parcial en Victoria Secret. Linda y descomplicada, era nieta de una de las más hermosas mujeres que haya tenido el Tolima, Mayeyi Sendoya. Su papá, Bernardo Ramírez, arrocero, simpático, una verdadera locomotora según sus amigos. Su mamá, Maria Claudia Bonilla, una linda mechudita ibaguereña.





Las versiones son confusas, pero a la vez muy claras. La parejita estuvo todo el día en la playa, en la piscina, disfrutando del resort. A las 7 de la noche estaban juntos en la piscina. Salieron más tarde a una discoteca del hotel. Parece que el muchacho subió a su habitación, mientras que Sarita se quedó a disfrutar unos minutos más del último cigarrillo de la noche. Los caza-turistas ven la oportunidad ideal. Sarita nunca regresa a la habitación. A las 5 de la mañana, el cuerpo de Sarita es encontrado sin vida en la zona de la piscina. Según la prensa, "sin signos vitales" y "con diversos golpes y fracturas en el cuerpo". Pocos minutos más tarde, la policía entra a la habitación y acusa al muchacho de haber asesinado a su novia.


El muchacho es capturado y llevado a una estación de policía cercana al hotel. Siguiendo el patrón de muchos otros casos, lo amenazan los mismos policías, lo vuelven a extorsionar, le quitan 5000 dólares, lo llevan al aeropuerto y lo ponen en un avión rumbo a Miami, con toda clase de amenazas si dice algo. En la tarde del sábado se conoce la noticia en la Florida y en Ibagué. Una vida más se ha acabado, otra más de las muchas vidas de turistas gringos que cada año mueren asesinados en México. En este caso, una niña comenzando a vivir, que llenaba de alegría a abuelos, padres, familia adoptiva, hermano y a su comunidad entera.


Según las versiones del hotel y la policía, Sarita decidió saltar del sexto piso, bajo la influencia del alcohol. Nada parece corroborar esa versión, dice la familia. El cuerpo no presenta los naturales signos de una caída de gran altura. Por el contrario, los signos corresponden a golpes típicos de tortura. La familia dice que ni el hotel ni las autoridades mexicanas han colaborado al esclarecimiento de los hechos. Todo corresponde a los parámetros que se han vuelto comunes en Cancún y otros sitios turísticos en México: extorsión, corrupción, violaciones, en medio de droga y licor desenfrenado. 



Todos hemos oído historias aterradoras de las excursiones de colegio colombianos, donde los muchachos llegan a estos paraísos a beber una semana completa, mientras los padres rezan porque todos vuelvan vivos. Las extorsiones en la llegada al aeropuerto, con amenazas de meter droga en el equipaje si no se pagan grandes sumas. Las llamadas a la habitación anunciando que ya va a subir la policía por un supuesto delito, como le pasó a una sobrina mía, que pudo huir despavorida pues tuvo el tino de salir corriendo antes de que llegaran a buscarla.

México recibe muchos turistas, solamente provenientes de Estados Unidos llegan casi 30 millones al año. Muchos dirán que cientos de asesinatos al año son pocos y que a la gran mayoría de la gente le va muy bien. Es un pobre consuelo para familias tan queridas como la de Sarita Ramírez Bonilla. 

Incluyo, para los que tienen facebook, un video que hizo un amigo en homenaje a Sarita: