El 3 de agosto de 2014 se cumplieron 70 años del nacimiento de Luis Manuel Ferri Llopis, más conocido como Nino Bravo. Esta es una crónica de una anécdota poco conocida del cantante, que estuvo detenido en noviembre de 1971 en Bogotá, por negarse a cantar en el famoso escenario de la Media Torta.
NINO BRAVO EN 1971
En 1971 Nino Bravo estaba en un momento muy interesante de su corta carrera artística. De apenas 27 años, Nino había sacado un par de discos que lo habían convertido en un cantante muy conocido en España y Latinoamérica. En 1970 Nino Bravo grabó un single con 2 canciones, una de ellas de Augusto Algueró, que había sido desechada por varios cantantes. "Te quiero, Te quiero" no tuvo éxito en el mes de junio de 1970, pero se convirtió en un fenómeno de ventas en España cuando el cantante participó en una concurso televisivo llamado "Pasaporte a Dublín", para escoger la canción española que competiría en Eurovision.
Rápidamente Fonogram lanzó un Long Play que fue el disco más vendido del verano de 1970 en España. Incluía las canciones "Tú cambiarás" / "No debo pensar en ti" / "Esa será mi casa" / "Voy buscando" / "Te quiero, te quiero" / "Es el viento" entre las más recordadas en la actualidad. En 1971 sacó su segundo Long Play, donde se destacaron "Puerta de amor" y "Mis noches sin ti"
Con esos discos se hizo muy conocido en nuestros países, donde fue contratado para una larga gira, entre los meses de septiembre a noviembre de 1971.
NINO BRAVO EN COLOMBIA
El 23 de octubre de 1971 Nino Bravo se presentó en el moderno Hotel Intercontinental de Cali, con un éxito rotundo. El 24 llegó a Bogotá, donde fue recibido por varios grupos de fans que se habían conformado en la ciudad. Se presentó en el Salón Monserrate del Hotel Tequendama de Bogotá del lunes 25 al sábado 30 de octubre de 1971, con lleno total en cada una de sus actuaciones. Igualmente se presentó en los programas de televisión "Noches de Colombia" y "Radio 15".
El miércoles 27 el cantante recibió una comunicación que lo dejó muy preocupado. Le informaba el Director Cultural del Distrito de Bogotá, Gustavo Adolfo Gordillo, que debía realizar un concierto el domingo 31 de octubre de 1971, en el escenario de la Media Torta de Bogotá. Nino, aterrado, llamó inmediatamente al funcionario. "Quien paga el concierto?", preguntó el cantante. "Por ley es gratuito", le respondió Gordillo. "Y quien paga la orquesta?" preguntó Nino. "El cantante", le respondió el burócrata. Nino no conocía el decreto 974 de 1969, que obligaba a cada cantante extranjero que se presentara en Colombia a realizar un concierto gratuito, para las clases populares de Bogotá.
Escenario de la Media Torta, Bogotá |
Gordillo no se creyó el cuento. Al día siguiente hizo un gran escándalo en la prensa, ordenó al DAS impedir la salida del país de Nino Bravo y pidió su detención. Cuando el cantante llegó a El Dorado el lunes, fue detenido y conducido a la sede del DAS en Bogotá. Duró 3 días arreglando el lío, tuvo que pagar una multa de 25000 pesos de la época y pudo finalmente salir de Colombia el 4 de noviembre, vía Caracas. Obviamente, quedó adorando a nuestro país.
Ya había tenido el mismo inconveniente Sandro, el gran cantante argentino. Posteriormente otros grandes artistas extranjeros también sufrieron el mencionado decreto, hasta que un alcalde inteligente se dio cuenta que esa política estaba ahuyentando grandes espectáculos de la ciudad.
NINO BRAVO DESPUÉS DE BOGOTÁ
La carrera de Nino Bravo se disparó después de Bogotá. Llegaron grandes éxitos como "Un beso y una flor", "América", innumerables contratos, presentaciones, reediciones de sus long play en cada país latinoamericano, matrimonio, nacimiento de su hija Amparo, prosperidad económica. Lamentablemente, todo eso no duraría.
En la madrugada del 16 de abril de 1973, un inexperto Nino Bravo, al volante de un BMW 2800 modelo 1970, se salió de la carretera Valencia-Madrid en una curva cerca al municipio de Villarrubio. Nino Bravo sufrió un fuerte golpe en la cabeza. Falleció horas más tarde, en una ambulancia que lo llevaba hacia Madrid. Tenía apenas 28 años. Su esposa Maria Amparo estaba esperando a su segunda hija, Eva. Moría un cantante popular, nacía una leyenda.
La gran fama de Nino Bravo, que contaba sólo veintiocho años, le vendría después. En el momento de su trágica muerte no era el ídolo que luego se acabó mitificado, sino simplemente un intérprete popular, con cuatro álbumes grabados y un total de medio centenar de canciones. Yo estaba aquel viernes de pascua de 1973 en Ibagué, oyendo radio, cuando dieron la noticia. Comenzaron a entrar llamadas y llamadas a la estación, de gente llorando, recordando sus canciones. Me corrían lágrimas aquella tarde. Desde aquel día, Nino Bravo hace parte de mis grandes afectos.
Les quería recordar el paso de un gran cantante por nuestro país. Espero que Nino, esté donde esté, recuerde a Colombia por las muchas personas que queremos sus canciones y no por aquel feo momento de 1971.