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viernes, enero 28, 2022

Silvia Buenaventura Sendoya

La dolorosa noticia de la temprana desaparición de Silvia Buenaventura Sendoya me ha dejado muy conmovido. Retrocedí en el tiempo hasta aquellos maravillosos años de comienzos de los 70s, cuando tuve la fortuna de pasar mucho tiempo al lado de la familia Buenaventura Sendoya, en el hermoso barrio de Cadiz en Ibagué.

Mi primera novia, aquel amor de los 15 años que jamás se olvida, fue Helena Buenaventura Sendoya. A su lado conocí la casa de Jaime Buenaventura y Belencita Sendoya, así como a Julita, Silvia, Jaime Alberto (QEPD) y María Victoria. Una casa llena de música, allí conocí a Eydie Gorme y Los Panchos, a Jose Alfredo y Alicia, aprendí a apreciar boleros y rancheras, allí di mi primera serenata. Era la clásica visita en la sala, con Julita y Silvia actuando discretamente como chaperonas. 


Las Buenaventura Sendoya habían nacido con vena artística. Cantaban muy bien, especialmente rancheras. Eran espectaculares bailarinas, de las que "se formaba rueda para verlas bailar". Un ambiente de rumba animaba aquella casa, de la que tengo muy buenos recuerdos. En junio de 1973 viajé a la Escuela Naval, un par de veces me vi con Helena, pero pronto llegó la universidad, Bogotá, la vida, etc. y aquel amor juvenil quedó atrás.

Cuando iba a Ibagué, muchas veces coincidía con Silvia. Siempre amable, siempre sonriente, me transmitía todo el cariño de aquellos años pasados. Era verla y volver a transportarme en el tiempo. La veía en fotos de amigos ibaguereños y siempre tenía aquella hermosa risa, que transmitía bondad. Nunca supe que estuvo enferma, nunca pude pedir por su salud. La noticia de su muerte me llegó ayer en la mañana y el dolor y las lágrimas me invadieron. Descansa en paz, Silvia, que tu sonrisa y tu recuerdo nos sigan acompañando toda la vida. Abrazos a Julita, Helena y María Victoria, a sus familias y a todos los amigos de nuestra hermosa Silvia. 

domingo, julio 18, 2021

Se nos fue Julián Gómez

Sábado 27 de julio de 2019. Toda Colombia pendiente de la etapa decisiva del Tour de Francia, con la subida al Val Thorens, en una etapa reducida en su recorrido por el pésimo tiempo. En Zipaquirá, la tierra natal del líder Egan Bernal, se organizan pantallas gigantes en la plaza principal, para que el pueblo entero pueda ver la consagración del joven de 22 años.

Cuando Egan logró el cuarto puesto en la etapa y aseguró la victoria general, Zipaquirá entero saltó de alegría. Las imágenes de aquel histórico día para el ciclismo así lo mostraron. Con muchísima emoción, se festejaba la primera victoria de un colombiano en la máxima carrera del ciclismo mundial, después de 3 décadas de participaciones. Egan se convertía en el campeón más joven del Tour de Francia en 110 años.

Muchos colombianos nos emocionamos con la victoria, a lo largo y ancho del territorio nacional. Algunos, de lagrima fácil como yo, lloramos de alegría por la victoria conseguida. Pero la imagen clásica de ese día, la que quedó en la retina de muchos y en la lente de los fotógrafos, fue la bellísima foto de un niño de 11 años, llorando de emoción y alegría en Zipaquirá. La imagen fue registrada en Colombia y en muchos periódicos del exterior.




El niño se llamaba Julián Gómez, era un precoz ciclista de Zipaquirá, que adoraba a Egan Bernal y lloró sin pena la emocionante hazaña de su coterráneo. Fue invitado a la recepción que le hicieron a Egan en su ciudad y pudo abrazar al campeón. Su imagen fue inmortalizada en un mural en Zipaquirá, junto al campeón Bernal. “Me volví famoso de un momento a otro. No sé por qué si no gané el Tour, pero es algo muy bonito”, confesaba Julián en aquellos días. 







Hoy, domingo 18 de julio de 2021, un poco menos de 2 años después de aquella foto, Julián fue atropellado por una tractomula cerca de Zipaquirá, cuando practicaba ciclismo junto a su abuelo. Murió instantáneamente. De acuerdo con su entrenador, Julián estaba adelantando una práctica más corta de lo normal para poder regresar a su casa,  a ver la final del Tour de Francia 2021. 

Muchos colombianos sentimos profunda tristeza por la prematura muerte de Julián. El presidente Duque expresó su dolor en su cuenta de Twitter.


Muere un niño, queda su recuerdo, que ojalá transcienda en mayores medidas de protección a ciclistas y mayor cuidado de ellos cuando salen a las vías llenas de automotores. Les dejo la imagen de Julián en su momento de mayor alegría, aquel día de gloria de julio de 2019. Paz en su tumba.










viernes, enero 08, 2021

Guillermo Flórez López

El comienzo del año 2021 nos ha sorprendido con la triste noticia de la muerte del Papo Flórez, nuestro compañero de la Escuela Naval. Guillermo Flórez, NR 67-77, ha muerto recién cumplidos los 64 años, dejando una estela de dolor muy grande entre todos los que tuvimos la fortuna de conocerlo.


En mi memoria vuelvo a recordar aquellos bellos tiempos de mediados de los 70s en la Escuela Naval. Guillermo venía de Bogotá, un muchacho de barrio, estudiante del Colegio San Tarcisio, rolo buena gente, querido y bonachón. El Papo había llegado a la Escuela motivado por su gran amigo Gabriel Salazar Saddy, su compañero de infancia y de colegio. 

Eramos compañeros en la tercera sección en la Compañía Delta, reclutas en el segundo semestre de 1973. Conversamos muchas veces con Guillermo y Gabriel, Papo y Lukas, me gustaba mucho oírles sus historias de barrio y colegio en Bogotá, parecidas a las de la vida de barrio que yo había vivido también en Ibagué. Cuando llegué a la Universidad en Bogotá en 1975, pude apreciar lo que habían vivido mis dos compañeros, en aquella tranquila ciudad que era la capital de Colombia a mediados de los años 70s.


Como lo cuenta el mismo Guillermo, la experiencia de la Escuela Naval fue inolvidable y marcó la vida de todos los que hoy somos CONTIS del NR67: "Aprendí la solidaridad, el concepto de la amistad, compartir, soñar, tener paciencia, la añoranza, disfrutar de la piscina después de una hora de trote, llegando en silencio a escondidas, la arepa de huevo en el kiosko los domingos, las salidas francos los sábados y domingos a Cartagena a disfrutar el Tres Esquinas y los submarinos con cerveza y aguardiente. Los embarques, la inmensidad del mar y el cielo estrellado que disfrutaba en la proa de los buques cuando lo permitían, el desfile militar del 20 de Julio de 1974, nunca lo olvidaré." Este recuerdo lo escribió para el ANECDOTARIO DEL NR67, que recopiló en buena hora nuestro compañero Luis Fernando Pérez, NR 67-54


El Papo estuvo en la Escuela hasta diciembre de 1975 y tuvo una muy buena formación académica. Estudió Planeación y Comunicación Estratégica en la Fundación Universidad de América en Bogotá y trabajó en construcción, en comunicaciones en Producciones Punch, RCN Televisión, Canal Caracol, Young & Rubicam y HBO. La vida lo llevó a establecerse en República Dominicana, donde trabajaba en Desarrollo Económico Local y Rural. Tenía una empresa dedicada a la Comunicación Estratégica y Comunicación Política, Flórez Ponce de León. Cómo Guillermo lo describía, pasaba sus días "en el paraíso del trópico, viendo el mar Caribe y disfrutando de un hermoso país y del cariño de sus habitantes."


El 2020, año de pandemia, fue llevadero para los compañeros del NR67, convocados por Gabriel Salazar, Jaime Mallarino, Alejandro Vidal, Rodrigo Quintero, Iván Correa y muchos otros. Con un grupo de Whatsapp y reuniones semanales en Zoom se reafirmó la amistad y compañerismo de casi 50 años atrás. Los jóvenes cadetes del NR67 somos ahora abuelos, algunos jubilados y contamos con algunos compañeros que se nos han adelantado en el viaje al más allá. En varias reuniones de zoom vi al Papo, aún joven y entusiasta, con la misma cara de buena gente y niño travieso de 1973. Por eso, su inesperada muerte nos llena de dolor y de incredulidad.

Los últimos días de Guillermo resumen buena parte de su trayectoria vital. Cerca de la Navidad nos escribió a sus compañeros: "Buenos días a todos! Ayer me quede sin batería y no pude participar de toda la reunión, nuestros mejores deseos para que las fiestas de fin de año sean en salud para todas las familias y que el 2021 que se acerca sea de bienestar, alegría y prosperidad. Estoy con Mónica en Bogotá para pasar la navidad con mi mamá y hermanas. El 26 de diciembre sigo para México a pasar el fin de año con mi hija Mónica que vive en el DF. Estamos con full medidas de bioseguridad en Bogotá y ahora en México también las tendremos". 

En Bogotá, su mamá estaba muy enferma, pero Guillermo y Mónica debieron seguir viaje para México. El 30 de diciembre celebró su cumpleaños 64. El 2 de enero, lo sorprendió un infarto mortal en CDMX. Un día más tarde, murió su señora madre en Bogotá. Devastadoras noticias. 

Guillermo se casó joven con su novia de toda la vida, Monica Ponce de León, con quien caminó 43 años de su vida. Le sobreviven igualmente sus hijos Alejandra, Daniel y Mónica. A ellos y al resto de la familia, un emocionado abrazo de condolencia. Nos duele en el alma la temprana partida de Guillermo.


En el año en que llegaremos muchos de aquellos compañeros de la Escuela Naval a la mítica edad de los 64, aquella que nos parecía tan lejana en 1973, recuerdo al Papo y recuerdo aquella vieja canción de The Beatles:

When I get older, losing my hair

Many years from now

Will you still be sending me a valentine, 

Birthday greetings, a bottle of wine?

If I'd been out 'til quarter to three

Would you lock the door?

Will you still need me, will you still feed me 

When I'm sixty-four?

Gracias Papo por tu vida, gracias por los recuerdos.



viernes, junio 12, 2020

Mario Giraldo

En este triste día de la muerte de Mario Giraldo Palacio, solo tengo recuerdos especiales de un gran hombre. Aquel que me abrió su casa en Cartagena en aquellos lejanos días de 1973. Aquel melómano de tantas charlas deliciosas a lo largo de muchos años. El que siempre me miró con ojos bondadosos. El que me abrió oportunidades de trabajo y esperanza en esos oscuros días de 1998, cuando todos me volteaban la espalda. Mi amigo Mario.

Una de las fotos que más me gusta, por muchas razones, la tomó Pedro Miguel Niño, el primero de mayo de 2010. En ella aparecemos Mario Giraldo y Germán Niño, en el Country Club de Bogotá, en medio de una amena conversación. No recuerdo de que hablábamos cuando Pedro nos pidió posar para la cámara, pero el resultado fue muy bueno. Aparece Mario elegante, muy bien puesto, mientras que yo también salgo bien librado. Cada vez que veo esa foto, solo vienen cosas buenas a mi mente.  Todos los primero de mayo Facebook me trae este recuerdo y pienso en Mario, pienso en algunas noches de bohemia en Cali, en su amor por la música. Ahora, esta foto se vuelve muy valiosa. 


En febrero de este año tuve mi último encuentro con Mario, en Ibagué. Tuve la oportunidad de charlar un buen rato con él e hicimos un par de negocios, más por insistencia de Mario que por parte mía. Le conté que tenía un parlante Bosé casi sin usar e insistió en comprármelo. Me preguntaba por cada detalle, con un entusiasmo juvenil que nada tenía que ver con su estado de salud. Me pidió precio, regateó como buen paisa y me insistió en que apenas llegara a Bogotá debía enviárselo. Se lo envié algunos días después de nuestro encuentro y hablamos varias veces de cuánto lo disfrutaba. La última vez que hablamos subió el volumen, dejándome oír alguna buena melodía de su amplio repertorio musical.

En sus últimas semanas, me hizo un regalo, pero pidiéndome que asumiera el flete desde Cali. Me dijo que quería regalarme su bola de bolos. "¿Que voy a hacer yo con eso, Mario?" Le decía yo. "Quiero que quede en buenas manos", me insistía. Me la envió y aquí la tengo. Un recuerdo muy especial de parte de un gran amigo.

En ese último encuentro, tuve oportunidad de tomar una foto que resume la existencia vital de Mario Giraldo Palacio. Aparece en el Hotel Sonesta de Ibagué, sonriente, rodeado de su bella familia. Mi hermosa tía Marina, mis primos Jose Fernando, Luis Mario y Ana María. Felices, en un fin de semana muy especial. Llegarían poco después la pandemia, la gravedad, la muerte. Nadie, sin embargo, nos podrá quitar los bellos recuerdos de esa última ocasión en que estuvimos juntos.


Un abrazo fuerte, Mario. Un saludo para mi papá y para Cico Pérez, nos hacen mucha falta. Queda tu recuerdo, queda mi tía Marina y mis queridos primos, los nietos y los bisnietos, a quienes hoy les envío todo mi amor y mi solidaridad. Gracias por todo, gracias por tu vida.


miércoles, agosto 03, 2016

El paraíso perdido - las vacaciones mortales de Sarita Ramírez

Viernes 29 de julio de 2016, 8 de la mañana. Una joven pareja de turistas llega a registrarse en la recepción del Star Resort Hotel Villas del Palmar en Cancún, México. Adicional a los empleados del hotel 5 estrellas, otros ojos registran la llegada de los dos muchachos. Un blanco fácil, es lo que detectan. Una joven pareja, ambos de 22 años, solos, enamorados, ingenuos, sin ninguna compañía adicional. Antes de 24 horas la hermosa niña habrá muerto, mientras su novio será extorsionado sin compasión.


Sarita Ramírez Bonilla era una hermosa niña de 22 años, con todo el futuro por delante. Graduada de un buen colegio en Broward County en la Florida, asistía a la universidad y trabajaba tiempo parcial en Victoria Secret. Linda y descomplicada, era nieta de una de las más hermosas mujeres que haya tenido el Tolima, Mayeyi Sendoya. Su papá, Bernardo Ramírez, arrocero, simpático, una verdadera locomotora según sus amigos. Su mamá, Maria Claudia Bonilla, una linda mechudita ibaguereña.





Las versiones son confusas, pero a la vez muy claras. La parejita estuvo todo el día en la playa, en la piscina, disfrutando del resort. A las 7 de la noche estaban juntos en la piscina. Salieron más tarde a una discoteca del hotel. Parece que el muchacho subió a su habitación, mientras que Sarita se quedó a disfrutar unos minutos más del último cigarrillo de la noche. Los caza-turistas ven la oportunidad ideal. Sarita nunca regresa a la habitación. A las 5 de la mañana, el cuerpo de Sarita es encontrado sin vida en la zona de la piscina. Según la prensa, "sin signos vitales" y "con diversos golpes y fracturas en el cuerpo". Pocos minutos más tarde, la policía entra a la habitación y acusa al muchacho de haber asesinado a su novia.


El muchacho es capturado y llevado a una estación de policía cercana al hotel. Siguiendo el patrón de muchos otros casos, lo amenazan los mismos policías, lo vuelven a extorsionar, le quitan 5000 dólares, lo llevan al aeropuerto y lo ponen en un avión rumbo a Miami, con toda clase de amenazas si dice algo. En la tarde del sábado se conoce la noticia en la Florida y en Ibagué. Una vida más se ha acabado, otra más de las muchas vidas de turistas gringos que cada año mueren asesinados en México. En este caso, una niña comenzando a vivir, que llenaba de alegría a abuelos, padres, familia adoptiva, hermano y a su comunidad entera.


Según las versiones del hotel y la policía, Sarita decidió saltar del sexto piso, bajo la influencia del alcohol. Nada parece corroborar esa versión, dice la familia. El cuerpo no presenta los naturales signos de una caída de gran altura. Por el contrario, los signos corresponden a golpes típicos de tortura. La familia dice que ni el hotel ni las autoridades mexicanas han colaborado al esclarecimiento de los hechos. Todo corresponde a los parámetros que se han vuelto comunes en Cancún y otros sitios turísticos en México: extorsión, corrupción, violaciones, en medio de droga y licor desenfrenado. 



Todos hemos oído historias aterradoras de las excursiones de colegio colombianos, donde los muchachos llegan a estos paraísos a beber una semana completa, mientras los padres rezan porque todos vuelvan vivos. Las extorsiones en la llegada al aeropuerto, con amenazas de meter droga en el equipaje si no se pagan grandes sumas. Las llamadas a la habitación anunciando que ya va a subir la policía por un supuesto delito, como le pasó a una sobrina mía, que pudo huir despavorida pues tuvo el tino de salir corriendo antes de que llegaran a buscarla.

México recibe muchos turistas, solamente provenientes de Estados Unidos llegan casi 30 millones al año. Muchos dirán que cientos de asesinatos al año son pocos y que a la gran mayoría de la gente le va muy bien. Es un pobre consuelo para familias tan queridas como la de Sarita Ramírez Bonilla. 

Incluyo, para los que tienen facebook, un video que hizo un amigo en homenaje a Sarita:

sábado, abril 18, 2015

Sofia Temel

Hace 3 años, sin ninguna razón especifica, decidí hacer una investigación sobre el restaurante Temel, el más grande e importante que tuvo Bogotá hace más de 60 años. La investigación derivó en una de mis crónicas más leídas, donde relaté la historia de Jack y Max Temel y sus familias a largo de 110 años. La crónica también derivó en una visita de la familia Temel a Bogotá, donde tuve el honor de acompañar a varios miembros de la familia a visitar el viejo Callejón Temel, el Bogotá antiguo y pasar varios días juntos en la ciudad donde habían nacido pero que no visitaban hacía 50 años. Esta visita y la crónica fueron registrados en un artículo de 6 páginas de la Revista de la Universidad Javeriana a finales del año 2013. VER CRÓNICA

Durante esos 110 años de historia familiar, donde relaté hechos como la persecución a los judíos en Austria, el horror de los campos de concentración, el 9 de abril de 1948, el secuestro de un avión por terroristas palestinos, no había tenido que registrar un hecho que me doliera personalmente tanto como la inesperada muerte esta madrugada de Sofia Temel, una hermosa mujer de apenas 59 años de edad, a quien conocí en su visita del año 2013 a Bogotá.



Sofia Desiree Temel nació el 18 de mayo de 1955 en Bogotá, en el momento de gloria del Restaurante Temel. Vivió su infancia en el recién construido barrio El Chicó. Por motivos que detallaré en una próxima crónica, emigró al sur de la Florida a comienzos de 1963. Sufrió un secuestro aéreo cuando apenas tenía 15 años de edad y cursaba noveno grado.  Su adolescencia se dio en un hogar donde su padre Max Temel dedicó los últimos 30 años de su vida a servir a los más necesitados y su madre Hanna Temel a transmitir sus experiencias de campos de concentración a las nuevas generaciones.



Sofia se casó con Jay Maisler en 1977, matrimonio del que nacieron sus hijos, Rachel, Brian y Aaron. Sofia también dedicó su vida al servicio de los demás, continuando la tradición de sus padres. Trabajadora social especializada en cuidado de adultos mayores, graduada en la Escuela de Trabajo Social Wurzweiler, era Directora de Senior Services de Tampa Jewish Family Services, una organización comunitaria en el centro de la Florida. También contribuyó a la recolección de fondos para diversas causas sociales. En el momento del colapso que finalmente derivó en su muerte, Sofia estaba trabajando en un evento de recolección de fondos.



La imagen que tengo de Sofia es la de una mujer con una sonrisa siempre a flor de labios, tranquila, inteligente, amable, llena de vida. Recordaba con gran precisión los detalles del restaurante Temel, aún después de 50 años y muchas transformaciones arquitectónicas. Me contó muchos detalles que yo aún desconocía de la compra del restaurante y de los conflictos que tenían las familias de Max y Jack, que resultaron en el cierre del restaurante. Una mujer muy especial, digna heredera de la tradición de servicio de su familia, que se continua en sus hijos, especialmente en su maravillosa hija Rachel. Ha muerto muy joven, dejando un gran vacío entre todos los que la conocimos.



A su esposo Jay, a sus hijos Rachel, Brian y Aaron, a su madre Hanna, a sus hermanos Charles y George, a las familias Temel y Maisler, mi emocionado saludo de condolencia, de afecto y admiración por la vida de Sofia. Que el creador del universo la cuide en el más allá y les de fortaleza para soportar su ausencia. Que su ejemplo sea recordado con alegría por todas las generaciones.





viernes, marzo 06, 2015

Pasa a la historia Germán Castellanos

Hoy murió uno de los grandes hombres que he conocido en mi vida. No destacó por sus grandes triunfos, ni por ser el mejor de los mejores. Pero Germán Castellanos, muerto en Ibagué, simboliza grandes cualidades: honor, lealtad, coraje, orgullo de vestir una camiseta, de pertenecer a un equipo. Tiene el inmenso honor de haber sido el futbolista que más veces vistió los gloriosos colores del Deportes Tolima, donde jugó 359 partidos a los largo de 14 años.




Yo vi jugar muchísimas veces a Germán Castellanos y recuerdo muchos de sus 53 goles con el Tolima. En aquellas tardes de los años 60s, nuestras tardes de domingo siempre eran las mismas: almorzábamos en la casa, mi papá se acostaba a hacer una pequeña siesta y luego encendía el radio. Cuando comenzaba a sonar el himno nacional en el San Bonifacio, salíamos de nuestra casa en el barrio Cadiz, situada a pocas cuadras del estadio. Llegábamos justo cuando la Banda del Batallón Rooke salía del estadio y ya iba a comenzar al partido. Castellanos siempre estaba ahí, un jugador no muy destacado, pero que siempre corría, cumplía y muchas veces anotaba. Al final de los 60s no siempre era titular y muchas veces, cuando Tolima iba perdiendo, pedíamos a gritos que lo metieran. Castellanos salía, cumplía con su deber y nos alegraba muchas tardes. Tengo una inmensa gratitud con Germán, quien me enseñó a querer aún más a mi amado Deportes Tolima.

Castellanos nació en San Andrés, Santander, el 11 de octubre de 1941. Llegó a Ibagué en 1961, a jugar un partido amistoso contra el equipo de la Escuela Agronómica de San Jorge, cuando vivía en Silvania. Los dirigentes del Tolima le ofrecieron quedarse a jugar en Ibagué y aquí se quedó, hace 54 años. Su primer gol lo marcó el 20 de agosto de 1961, al legendario arquero Pablo Centurión, una tarde donde Tolima perdió 2-3 en Ibagué contra Millonarios. Tolima quedó de último en aquel año.



En 1962 todavía no era titular en el equipo dirigido por Roberto Avallay, que fue penúltimo en el campeonato, a pesar de los esfuerzos de los directivos Jorge Guzmán Molina y Jaime Rengifo Pardo por conformar un buen equipo. En 1963 Castellanos llegó a la titular, pero el equipo volvió a ocupar el último lugar, sufriendo goleadas por 8-1 frente a Millonarios y 8-5 frente a Santa Fe. 

Deportes Tolima 1963. Castellanos parado, segundo a la derecha de la foto


En 1964 se conformó un buen equipo, de la mano del argentino Lorenzo Delli. Estuvimos invictos las primeras cinco fechas, todo un récord para un equipo chico. Pero el equipo se vino abajo, perdió 4 partidos seguidos y nunca pudo recuperar el ritmo. 15 partidos sin ganar condenaron al Tolima a los últimos lugares. La temporada se salvó con un histórico triunfo de 4-1 frente a Santa Fe en Bogotá. Kuki López fue tercero en la tabla de goleadores y el Tolima logró subir un poco en la tabla final, al quedar antepenúltimo. Como dato curioso, el 7 de agosto de 1964 expulsaron al arquero Fontán en Medellín y Castellanos ocupó el arco tolimense, recibiendo un gol en contra. Con esto, se convirtió en el único jugador del Deportes Tolima que ha jugado en las 11 posiciones dentro del terreno de juego. 



Deportes Tolima 1964. Castellanos parado, cuarto de izquierda a derecha

En 1965 los dirigentes formaron un gran equipo, el primero que yo personalmente recuerdo, que generó muchas expectativas. Castellanos era titular y lo acompañaban grandes jugadores argentinos: Oscar Fontán en el arco, César Reynoso, Juanito Martínez, más el gran Oscar Jamardo. El paraguas Silva, el olímpico Marcos Coll, Hernando Piñeros, toda una nómina de lujo. Sin embargo, el equipo no respondió y volvió a ser antepenúltimo. 

Deportes Tolima 1965, Castellanos parado, segundo a la derecha de la foto.

En 1966 el equipo sigue siendo el del año anterior, con algunos refuerzos como Roberto Mirabelli y el arquero León Reyes. Sin embargo, Tolima no levanta y vuelve a quedar penúltimo. Castellanos no siempre fue titular en aquel año, donde los técnicos fueron Marcos Coll y Roberto Avallay.

En 1967 regresa Castellanos a la titular, en un equipo donde tapaba Isidro Olmos, el arquero más gordo que he visto jugar en mi vida. Era el único extranjero, en un equipo que ya buscaba tener "puros criollos". Marcos Coll dirigió el equipo, que tuvo la peor campaña de su historia. 110 goles en contra es un récord que no ha sido superado y que muestra lo poco eficiente que era Olmos en el arco. Fue sustituido por el "ratón" Raúl Macías a mitad de año, pero el equipo duró 16 fechas sin conocer la victoria. Eran tiempos duros para ser hincha del Deportes Tolima, pero Castellanos siempre nos levantaba el ánimo con su entusiasmo y su profesionalismo.

Deportes Tolima 1967, Castellanos parado, tercero de izquierda a derecha

En 1968 llega Severiano Ramos a dirigir el equipo, en un campeonato que tenía la novedad de tener dos fases: Apertura y Finalización. Se conforma un equipo de "puros criollos", que vuelve a ocupar el último lugar. Castellanos se convierte en jugador polifacético y Ramos lo ocupa reemplazando a cuanto jugador se lesiona. Germán juega de defensa, volante o delantero, en aquel equipo chico que tuvo 9 triunfos, 11 empates y 32 derrotas.

En 1969 el equipo sale del sótano y queda penúltimo en el Torneo Apartura, superando al otro equipo chico de aquellos años, Atlético Nacional de Medellín. Castellanos sigue siendo el jugador disciplinado, comodín de cuanta posición se le ocurriera ponerlo Severiano Ramos. Pero en el Torneo Finalización se llena el Tolima de viejos jugadores de la histórica Selección Colombia de 1962, Coll, Rada, Charol González, Jaime Silva, Carlos Aponte y otros. Los viejos jugadores llevan al Deportes Tolima al séptimo puesto, la mejor posición en muchos años.

En 1970 Tolima continúa la era de Severiano Ramos, ocupando el puesto 13 entre 14 en el Apertura y el puesto 11 entre 14 en el Finalización. Castellanos siguió siendo el suplente de oro del equipo.

Para 1971 las estrechas finanzas del equipo hicieron que Germán Castellanos volviera a la titular. Se lograron buenos triunfos de 1-0 a Millos en Bogotá, la tercera victoria del Tolima en El Campín. 4-1 a Junior en el Metropolitano de Barranquilla. Terminamos décimos en el Apertura. En el Finalización el equipo se derrumbó, con 18 fechas sin conocer la victoria. Castellanos fue el técnico en aquel difícil segundo semestre.

Deportes Tolima 1971. Castellanos agachado, tercero de izquierda a derecha
En 1972 Tolima contrata al gran jugador Delio "Maravilla" Gamboa, figura de la Selección Colombia en los años 60s. De la mano de Gamboa el equipo permanece invicto 11 fechas, terminando séptimo en el año. Lamentablemente Castellanos se lesionó en un momento clave, pues había conformado con Gamboa una de las mejores duplas que ha tenido Tolima en el medio campo.

Tolima 1972. Jorge Uribe, Germán Castellanos, Julio González, Maravilla Gamboa, Luis Carlos Paz

En 1973 se conformó un equipo donde Castellanos, ya de 32 años, solo jugó esporádicamente. Tolima cerró el Finalización con un invicto de 10 fechas y ocupó el quinto lugar, entusiasmando a su hinchada. 

El 20 de enero de 1974 Germán Castellanos vistió por última vez los colores del Deportes Tolima. Comenzando el segundo tiempo de un partido frente al Deportivo Pereira, el gran jugador ingresó, reemplazando a Fabio Espinoza. Tolima ganó 1-0 aquella tarde en Pereira. El público aplaudió de pie largo rato al gran jugador, símbolo de los años más difíciles pero memorables de nuestro equipo.



Castellanos fue convocado en alguna ocasión a la Selección Colombia por el Caimán Sánchez. Jugó un solo partido en Cali. Más que un gran jugador, Germán se destacó por su gran profesionalismo, amor a la camiseta y pundonor deportivo. Cualidades que muchas personas quisieran tener. Un ejemplo para las nuevas generaciones. Gracias por tantos años de recuerdos, Germán, Dios te tenga en su gloria.

FOTOS: Tomadas del libro Historia del Deportes Tolima, de Guillermo Ruiz Bonilla. 

sábado, enero 24, 2015

Muere Ernie Banks

Murió el legendario beisbolista Ernie Banks, uno de los más grandes peloteros de toda la historia. Su gran trayectoria con los Chicago Cubs fue premiada en 1977 con la incorporación al Hall of Hame. Paz en la tumba de un gran hombre y un inmenso deportista.


viernes, enero 23, 2015

Cristobal Américo Rivera

El 30 de diciembre de 2014 murió en Bogotá el médico ibaguereño Cristobal Américo Rivera Rojas, conocido locutor, muy famoso por su estilo popularizado en el noticiero "Alerta, Bogotá". Rivera nació en Ibagué y se inició en la radio en Ecos del Combeima en 1952, donde tenía un programa estudiantil. Permaneció en la emisora hasta 1956.



Nacido en Ibagué el 20 de octubre de 1935, hijo del boticario Cristóbal Rivera y de la modista ibaguereña Lucinda Rojas de Rivera, Cristobal estudió primaria en el Colegio San Luis Gonzaga de Ibagué, para graduarse como bachiller en el Colegio Tolimense en 1952. En Ibagué conoció a Libardo Restrepo Hernández, un veterano locutor de noticias populares que dirigía y presentaba el Radio Periódico La Verdad en Ecos del Combeima. Le dieron la oportunidad de trabajar en un programa que se llamaba ‘la hora radial católica tolimense’, que se transmitía por la emisora en la mañana de los domingos.

Bachiller del Tolimense, médico graduado en la Universidad Nacional de Bogotá, ejerció su profesión simultáneamente a su trabajo en la radio. En 1956 entró a la Voz de Bogotá donde se mantuvo 14 años. Luego de esa larga estancia en en La Voz de Bogotá, el senador Jaime Pava Navarro lo llamó para que se integrara a la Cadena Súper, donde leyó noticias durante 15 años. De ahí pasó a Melodía, a Radio Reloj y posteriormente regresó a Súper, hasta que, por último, entró a La Cariñosa de RCN Radio, donde estuvo sus últimos 15 años al aire.

Su voz tuvo gran impacto. Según Fernando Calderón España, quien fue gerente de noticias de Caracol Radio, "Cristóbal Américo siempre tuvo el estilo de la locución vieja, que se necesitaba en la época, con exceso de vocalización y un tono de voz grueso".

Luego de graduarse como médico general el 19 de diciembre de 1959, atendía pacientes en un consultorio que montó en el barrio Ciudad Roma de la localidad de Kennedy. Los habitantes del barrio, como agradecimiento a su labor, bautizaron un parque con su nombre. Hoy aún existe.

Creo que todos recordamos su comercial de "el dolor le tiene miedo a Doloran", así como sus noticias judiciales sobre atracos, disparos, puñaladas, riñas caseras, etc, matizadas con sus gritos de “¡alerta!” “¡increíble!” “¡sorprendente!”, “¡atención, profesionales del volante!”.

Paz en la tumba de un gran tolimense. Un saludo de condolencia a sus hermanos Olga, María, Héctor, Oscar y Carlos y a todos sus sobrinos. Igualmente a su esposa Fabiola Rodríguez y a sus tres hijos, Olga Lucía, Andrés y Felipe Rivera Rodríguez.

sábado, noviembre 15, 2014

Un homenaje de mi tio Hernando Niño a la memoria de mi padre

En este blog he publicado algunas entradas relacionadas con la muerte de mi padre el 31 de marzo de 1985, siempre desde mi punto de vista personal. Recientemente he encontrado algunos homenajes que le rindieron otras personas en aquellos días posteriores a su muerte.

El día 8 de junio de 1985, el Directorio Conservador del Tolima, presidido por el senador Guillermo Angulo Gómez, descubrió una placa en memoria de Humberto Niño Rodríguez. Mi papá mantenía cordiales relaciones con los 3 grupos en que se dividía el conservatismo tolimense en aquellos días, pero la relación con Guillermo databa desde sus tiempos como compañeros de bachillerato en el Colegio San Simón de Ibagué.

Intervino en primer lugar aquella noche el senador Angulo Gómez, recordando su amistad con mi padre, señalando la manera tan prematura en que la sociedad tolimense había perdido a uno de sus mejores valores. Guillermo recordó la vocación social de mi papá, siempre atento a contribuir con la niñez y los menesterosos del Tolima. Guillermo, muy cercano a la familia Niño, habló de dolor de mi abuela Paulina y de mis tíos, "compañeros suyos en todo el sentido de la palabra".


Decía Guillermo: "la pena de Gloria, que constituyó junto con él un binomio indestructible, que edificó un hogar modelo, que luchó junto a su lado con coraje y valor increíbles en los momentos de adversidad y que fue su alegría en los momentos amables, tiene que ser inmensa".

Terminó Guillermo diciendo que para él, amigo de tantos años de mi padre, su temprana muerte era un duro golpe. Por todo ello y por el aporte de mi padre a la sociedad, consideraba apenas justo rendirle ese homenaje.

A esas sentidas palabras contestó en nombre de la familia mi tío Hernando Niño Rodríguez, con un discurso que reproduzco enteramente:

"Perdón si se llenan los ojos de lagrimas, perdón si se me turba la voz, pero hace 75 días Humberto entregó su alma al creador y todavía siento sus pasos, su figura delgada pero erguida atravesar el Parque Murillo Toro, llegar a mi empresa a saludar y seguir rápidamente a este nuestro Directorio para cumplir su cita con el Comité de Acción Social.

Aquí estoy con su esposa Gloria, con Juan Carlos y Señora, con Aydeé y mis hijos diciendo presente en este hermoso homenaje y representando a los familiares que por una u otra razón no pudieron asistir.

Yo se que mi querida madre, los hijos de Humberto, German Humberto, Claudia y Juan Manuel, como mis hermanos Oliva, Marina, Martha y Pedro Antonio se sienten, junto a nosotros, en deuda con ustedes.

Bien saben Stella y sus compañeros de Comité que Humberto siempre fue la persona que, a pesar de no estar de lleno en la política, ofreció todos sus conocimientos profesionales para ayudar al mejor bienestar de nuestros copartidarios; que a pesar de sus sufrimientos y tristezas mantuvo su posición vertical y luchó por su partido, ideal por el cual siempre se entregó con todo el corazón.

Guillermo: Al descubrir esta placa en homenaje a su memoria, no quiero terminar estas pocas palabras, mal hilvanadas, sin agradecerle todo su reconocimiento y su preocupación por estos familiares que hoy lloramos igual que hace 75 días a nuestro querido Humberto.

Glorita y sus hijos le agradecen con el mejor de los cariños todos estos detalles.

A todos los que nos acompañan hoy, un fuerte abrazo por este respaldo en esta hora de dolor. 

Muchas gracias."



Muchas gracias por tanta bondad, Hernando. 29 años después estas palabras siguen vigentes, seguimos llorando la muerte de mi papá, pero apreciando cada vez más su gran obra de vida. Y seguimos encontrando cada día más referencias al valor y coraje de mi mamá, parte inseparable de cualquier análisis que se haga de la vida de Humberto Niño Rodríguez.

viernes, julio 11, 2014

Sur en los 100 años del Pichuco Troilo

Hoy 11 de julio de 2014 se conmemoran los 100 años del nacimiento de Aníbal "Pichuco" Troilo, uno de los más grandes tangueros de toda la historia. Nacido en Buenos Aires el 11 de julio de 1914, Troilo fue bandoneonista, compositor y director de orquesta. Buenos Aires le ha rendido merecido homenaje con conciertos de tango, un ciclo de cine, presentaciones de libros y muestras de arte. 



Mi relación con el maestro Troilo viene a través de uno de los más hermosos tangos jamás compuestos, llamado simplemente "Sur".  Este tango, con música de Aníbal Troilo y letra del poeta Horacio Manzi, es una de mis canciones favoritas, que me ha acompañado durante muchos años de mi vida y que nunca deja de conmoverme.

La letra del tango es tan especial, que una leyenda afirma que Ernesto Sábato, el gran escritor argentino, dijo en alguna ocasión que cambiaría toda su obra literaria por el privilegio de haber escrito la letra de "Sur". Probablemente es una referencia exagerada, pero muestra lo que contiene "Sur", una mezcla de nostalgia y añoranza, tanto por un viejo amor como por un viejo barrio que cambió.


A comienzos de los años 40s nació la amistad entre Aníbal Troilo y Horacio Manzi. Troilo tenía una de las orquestas de tango más famosas de la época, la Orquesta Típica de Aníbal Troilo, en la cual se formaron músicos tan famosos como Astor Piazzola. Manzi, nacido en noviembre de 1907, era un poeta, autor de letras tan conocidas como la del tango Malena. Trabajaron juntos en varios tangos y se hicieron buenos amigos.

A finales de 1947, recién cumplidos los 40, Manzi se enteró que estaba enfermo de cáncer. Nativo de Añatuya (Santiago del Estero), llegó a Buenos Aires de 9 años y había crecido en el barrio de Pompeya, al sur de la ciudad. Allí se dirigió cuando se enteró de su enfermedad y se sentó en un viejo cafetín, en la esquina de San Juan y Boedo. Cuenta la leyenda que en un rasgo de inspiración tomó el papel y escribió de un solo golpe la letra de "Sur". La inminencia de la muerte, la nostalgia por el viejo barrio, por su novia de los 20 años, todo eso lo plasmó en la letra del tango.

Estreno de "Sur" en 1948
Manzi buscó inmediatamente a Troilo, para que le pusiera música a su poema. Trabajaron juntos todo el mes de enero de 1948 en la música. Fue grabado por primera vez por la orquesta de Troilo con la voz de Edmundo Rivero (fundador del famoso sitio El Viejo Almacén), el 23 de febrero de 1948. La primera presentación en vivo se hizo en el famoso Cabaret Tibidabo en Buenos Aires. El día del estreno ya estaba Manzi internado en un hospital, batallando contra el cáncer. Murió el 3 de mayo de 1951, de apenas 43 años.


Con los años, "Sur" se convirtió en uno de los tangos más famosos, uno de los más queridos por los argentinos y por los amantes del género a lo largo y ancho de todo el mundo. Además de la grabación original de Rivero, otras versiones notables incluyen las de Julio Sosa, Nelly Omar, Roberto Goyeneche, Susana Rinaldi y Andrés Calamaro.

La letra de "Sur" es la siguiente:

San Juan y Boedo antiguo, y todo el cielo,
Pompeya y más allá la inundación.
Tu melena de novia en el recuerdo
y tu nombre flotando en el adiós.

La esquina del herrero, barro y pampa,
tu casa, tu vereda y el zanjón,
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón.

Sur,
paredón y después...
Sur,
una luz de almacén...
Ya nunca me verás como me vieras,
recostado en la vidriera
y esperándote.

Ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya...

Las calles y las lunas suburbanas,
y mi amor y tu ventana
todo ha muerto, ya lo sé...

San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya y al llegar al terraplén,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robé.

Nostalgias de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevó
pesadumbre de barrios que han cambiado
y amargura del sueño que murió.

Les dejo esta hermosa versión del tango "Sur", en la voz de Susana Rinaldi




lunes, julio 07, 2014

Alfredo Di Stefano

Murió hoy en Madrid el legendario jugador Alfredo Di Stéfano. Di Stéfano nació el 4 de julio de 1926 en el distrito bonaerense de Barracas, empezó su carrera en River Plate en 1943, a los 17 años, y debutó el 15 de julio de 1945 frente al Atlético Huracán, al que sería cedido un año después. Volvió a River en 1947, donde fue campeón y goleador del torneo.

La huelga de futbolistas en Argentina en 1948 obligó a Di Stéfano y otros jugadores a buscar nuevos horizontes. Pedernera encabezó el grupo, negociando con Alfonso Senior, presidente de Millonarios, para venir a jugar a Colombia. El precio acordado por un espectacular grupo de jugadores fue el siguiente: cada uno de ellos recibiría 4000 dólares de prima a la firma de su contrato y un sueldo de 1000 pesos colombianos, alrededor de 400 dólares por mes. Senior convenció a la Junta Directiva de Millonarios, apoyado por Carlos Arturo Valderrama Castillo y trajo primero a Pedernera y luego al resto de jugadores.

Pedernera se presentó de civil a un partido Millonarios contra Boca Juniors de Cali. La sola presencia del jugador trajo tanto público, que con la recaudación se pagó la prima de varios de ellos. Di Stéfano llegó unas semanas más tarde, con Néstor Rossi y el formidable arquero Julio Adolfo Cozzi. Los cronistas de la época llamaron al equipo el «Ballet Azul», y a Di Stéfano, la «Saeta Rubia». En aquellos comienzos de los años 50s Millonarios llegó a ser el mejor equipo del mundo.

Di Stéfano campeón en Millonarios. En la primera fila, tercero a la izquierda de la foto.
Millonarios campeón 1951. Di Stéfano, parado, segundo a la izquierda de la foto
En 1952, Alfredo Di Stéfano era un jugador poco conocido en Europa. Su carta de presentación fue el torneo triangular conmemorativo del medio siglo de vida del Real Madrid en el que, además, participó el Norrköping sueco. Santiago Bernabéu se quedó prendado del futbolista el 30 de marzo de 1952, cuando Millonarios venció 4-2 al Real Madrid en el Estadio de Chamartín, ante 70000 maravillados espectadores. Bernabéu dijo: «Quiero a ese argentino». Le ganó de mano a otros 4 presidentes de clubes que querían a Alfredo, entonces de 25 años.

Di Stéfano en Millonarios. Parado, segundo a la izquierda de la foto


En el Real Madrid hizo una impresionante carrera. Jugó once temporadas, anotando 307 goles en 403 partidos oficiales, con veintidós trofeos oficiales, incluyendo 5 Copas de Europa consecutivas y un Torneo Intercontinental de Clubes. Se nacionalizó español y jugó 31 partidos con la camiseta roja, siendo el máximo goleador hasta cuando fue desplazado por Emilio Butragueño. 


En su carrera como técnico consiguió un Campeonato Nacional y una Copa Argentina con Boca Juniors, un Campeonato Nacional con River Plate, una Liga española y una Recopa de Europa con el Valencia y una Supercopa de España con el Real Madrid. Una carrera grande, que paradójicamente no incluyó mundiales de fútbol. 

La larga y legendaria vida del maestro Di Stéfano merece una crónica más larga. Hoy, solo hago un pequeño homenaje a uno de los grandes futbolistas de la historia.