sábado, noviembre 15, 2014

Un homenaje de mi tio Hernando Niño a la memoria de mi padre

En este blog he publicado algunas entradas relacionadas con la muerte de mi padre el 31 de marzo de 1985, siempre desde mi punto de vista personal. Recientemente he encontrado algunos homenajes que le rindieron otras personas en aquellos días posteriores a su muerte.

El día 8 de junio de 1985, el Directorio Conservador del Tolima, presidido por el senador Guillermo Angulo Gómez, descubrió una placa en memoria de Humberto Niño Rodríguez. Mi papá mantenía cordiales relaciones con los 3 grupos en que se dividía el conservatismo tolimense en aquellos días, pero la relación con Guillermo databa desde sus tiempos como compañeros de bachillerato en el Colegio San Simón de Ibagué.

Intervino en primer lugar aquella noche el senador Angulo Gómez, recordando su amistad con mi padre, señalando la manera tan prematura en que la sociedad tolimense había perdido a uno de sus mejores valores. Guillermo recordó la vocación social de mi papá, siempre atento a contribuir con la niñez y los menesterosos del Tolima. Guillermo, muy cercano a la familia Niño, habló de dolor de mi abuela Paulina y de mis tíos, "compañeros suyos en todo el sentido de la palabra".


Decía Guillermo: "la pena de Gloria, que constituyó junto con él un binomio indestructible, que edificó un hogar modelo, que luchó junto a su lado con coraje y valor increíbles en los momentos de adversidad y que fue su alegría en los momentos amables, tiene que ser inmensa".

Terminó Guillermo diciendo que para él, amigo de tantos años de mi padre, su temprana muerte era un duro golpe. Por todo ello y por el aporte de mi padre a la sociedad, consideraba apenas justo rendirle ese homenaje.

A esas sentidas palabras contestó en nombre de la familia mi tío Hernando Niño Rodríguez, con un discurso que reproduzco enteramente:

"Perdón si se llenan los ojos de lagrimas, perdón si se me turba la voz, pero hace 75 días Humberto entregó su alma al creador y todavía siento sus pasos, su figura delgada pero erguida atravesar el Parque Murillo Toro, llegar a mi empresa a saludar y seguir rápidamente a este nuestro Directorio para cumplir su cita con el Comité de Acción Social.

Aquí estoy con su esposa Gloria, con Juan Carlos y Señora, con Aydeé y mis hijos diciendo presente en este hermoso homenaje y representando a los familiares que por una u otra razón no pudieron asistir.

Yo se que mi querida madre, los hijos de Humberto, German Humberto, Claudia y Juan Manuel, como mis hermanos Oliva, Marina, Martha y Pedro Antonio se sienten, junto a nosotros, en deuda con ustedes.

Bien saben Stella y sus compañeros de Comité que Humberto siempre fue la persona que, a pesar de no estar de lleno en la política, ofreció todos sus conocimientos profesionales para ayudar al mejor bienestar de nuestros copartidarios; que a pesar de sus sufrimientos y tristezas mantuvo su posición vertical y luchó por su partido, ideal por el cual siempre se entregó con todo el corazón.

Guillermo: Al descubrir esta placa en homenaje a su memoria, no quiero terminar estas pocas palabras, mal hilvanadas, sin agradecerle todo su reconocimiento y su preocupación por estos familiares que hoy lloramos igual que hace 75 días a nuestro querido Humberto.

Glorita y sus hijos le agradecen con el mejor de los cariños todos estos detalles.

A todos los que nos acompañan hoy, un fuerte abrazo por este respaldo en esta hora de dolor. 

Muchas gracias."



Muchas gracias por tanta bondad, Hernando. 29 años después estas palabras siguen vigentes, seguimos llorando la muerte de mi papá, pero apreciando cada vez más su gran obra de vida. Y seguimos encontrando cada día más referencias al valor y coraje de mi mamá, parte inseparable de cualquier análisis que se haga de la vida de Humberto Niño Rodríguez.