En este 2015 que estamos celebrando la elección de una colombiana como Miss Universo, vale la pena dar un vistazo al pasado y recordar a Amalia Torres Muñoz, la primera tolimense que participó en un concurso de belleza, por allá en 1932. Aquí les cuento su historia:
A finales de los años 20s se comenzaron a organizar eventos para celebrar la belleza de las mujeres, siendo el más famoso el que se llevaba a cabo en Galveston, Texas, desde 1920. El concurso tomó mucha fuerza y comenzó a ser conocido internacionalmente. La Gran Depresión hizo que el concurso se trasladara fuera de Estados Unidos y en 1932 se organizó en la ciudad de Spa, Bélgica. Se hicieron invitaciones para que varios países enviaran candidatas al concurso de Miss Universo y en Colombia varios periódicos y revistas acogieron entusiastas la idea. Se decidió entonces hacer un Concurso Nacional de la Belleza, con sede en Bogotá, a celebrarse en mayo de 1932.
En varias ciudades de Colombia se iniciaron los concursos regionales e Ibagué no fue la excepción. El Circulo Social organizó una convocatoria abierta, a la que se presentaron las más lindas ibaguereñas de ese momento. Finalmente, la competencia se centró entre Alicia Vila y Amalia Torres Muñoz, siendo escogida finalmente Amalia.
En Bogotá se presentaron gran cantidad de candidatas y el Comité de Elección, presidido por el joven periodista Alberto Lleras Camargo, tuvo mucho trabajo. El concurso, totalmente inédito en nuestro país, había generado un interés inusitado y las jóvenes bogotanas querían llegar a ser la elegida para representar a Colombia en Spa.
Amalia Torres Muñoz era hija de don Rudesindo Torres, que había construido la Plaza de Mercado de Ibagué en 1910 y era un importante empresario en la ciudad. Su belleza y su porte convencieron a los socios del Círculo Social para que ella llevara la representación del departamento a este primer concurso y se hicieron grandes preparativos para acompañar a la Señorita Tolima en su viaje por tren hacia Bogotá.
Desde que se conoció su elección, los periódicos de Bogotá coincidieron en señalar a Amalia como una de las favoritas. Su foto fue ampliamente divulgada y la colonia tolimense en Bogotá comenzó a preparar un gran recibimiento en la Estación de la Sabana, el domingo 7 de mayo de 1932.
Amalia Torres llegó a Bogotá acompañada por una gran comitiva, presidida por Francisco Rocha Vargas, Presidente del Círculo Social de Ibagué. Desde el sábado 6 de mayo había llegado a Ibagué la señorita Valle, Elvira Rengifo Romero, procedente de Cali. Ambas candidatas tomaron juntas el tren hacia Bogotá, acompañadas por su comitivas, periodistas y curiosos. El entusiasmo popular era muy grande y en las estaciones de Girardot, Anolaima, La Esperanza, Cachipay, San Javier y Zipacón se les hicieron homenajes. En Facatativa más de 1000 personas esperaban a las dos candidatas. A las 7 de la noche del domingo 7 de mayo de 1932 llegaron a la Estación de la Sabana, donde 5000 entusiastas personas gritaban !Viva el Tolima! !Viva el Valle! !Viva la Señorita Colombia!. El doctor Abel Casabianca, ex gobernador del Tolima, presidía la delegación tolimense que esperaba a doña Amalia. Se organizó una gran caravana de carros hacia el Hotel Granada, donde se alojaban todas las candidatas. Se preparó una copa de champaña, pero las candidatas estaban tan cansadas del largo viaje y de los múltiples homenajes en el camino, que solo permanecieron unos minutos y se retiraron a sus habitaciones.
Entretanto, don Rudesindo Torres estaba aterrado con todo lo que había pasado en el viaje. El no tenía idea de lo que era un concurso de belleza y los gritos, los besos, los saludos y los abrazos que había visto durante el día no le habían gustado para nada. Las multitudes rodeando a su hija, que tenía apenas 18 años, le producían temor y desconfianza. Saber que venían 10 días de trajín y de más eventos lo tenían muy nervioso. Habló esa misma noche con los doctores Rocha y Casabianca para expresarles sus temores, pero ellos lo calmaron y lo hicieron seguir adelante.
Bogotá estaba enloquecida con las candidatas. Las noticias del concurso desplazaron de las primeras planas a todas las demás, exceptuando por supuesto las del secuestro del hijo del piloto Lindbergh en Estados Unidos, que llevaba dos meses desaparecido. Amalia Torres era cada vez más solicitada, para entusiasmo de todos los tolimenses y desespero del pobre don Rudesindo.
El jueves 12 de mayo se hizo una gran recepción a doña Amalia Torres en el Club de Té de Bogotá, amenizada por una de las mejores orquestas de la ciudad. La recepción fue presidida por el doctor Abel Casabianca y linda esposa, Paulina Cuervo de Casabianca. Allí volvió a insistir don Rudesindo en expresar sus grandes temores y su deseo para que todo lo relacionado con el concurso acabara rápidamente.
El gran evento popular del concurso se daría el domingo 15 de mayo, con una gran presentación de las candidatas en el Hipódromo de Techo de Bogotá. Más de 15000 personas, encabezadas por el Presidente de la República, doctor Enrique Olaya Herrera, vivaron a las candidatas. Acudieron al hipódromo 1362 automóviles, 4 motocicletas y dos coches de tiro.
Dos eventos importantes se dieron para doña Amalia aquella tarde. Conoció al señor Luis Castro Montejo, Gerente del periódico El Tiempo de Bogotá, con quien se casaría en 1933 y por otro lado, don Rudesindo Torres decidió sacar la mano respecto del concurso. Cuando don Rudesindo vio a las 15000 personas gritando y aplaudiendo a su hija, decidió entregar una carta a Abel Casabianca, escrita el día anterior, diciendo que excluyeran a su hija de la votación final, pues "por razones familiares" no podría viajar a Spa, en caso de ganar el concurso.
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Las candidatas. La Señorita Tolima, sexta de izquierda a derecha |
Todo estaba listo para la velada de elección y proclamación de la ganadora, el día 18 de mayo de 1932. Se decidió conformar un gran jurado de 29 personas, para que no quedara duda alguna de la elección, que se veía reñidísima.
En la prensa bogotana seguían los elogios para la candidata tolimense, como puede apreciarse en este poema que le dedicaba el gran poeta Arturo Camacho Ramírez:
El 17 de mayo de 1932 comenzó la velada de elección, abriendo la sesión el doctor Abel Casabianca, quien entregó al Comité la carta escrita por don Rudesindo:
Así finalizaba la primera participación de Tolima en un concurso nacional de belleza. Comenzó entonces la reñida elección, que después de muchas votaciones terminó en un triple empate.
Atlántico, Antioquia y Valle quedaron con 10 votos cada una. Se decidió entonces elegir a la suerte a la nueva reina. Se llamó desde el palco presidencial a la señorita Lucia Olaya, hija del presidente, quien bajó a extraer de una urna el nombre de la ganadora. Sacó la primera boleta y dijo "Atlántico". Los estudiantes costeños que estaban en el Colón lanzaron grandes gritos de júbilo: !ganamos! !Viva Atlántico! "Error, error" decía el presentador, "Atlántico es la primera eliminada". Chiflidos, abucheos y protestas veían de los estudiantes. Finalmente ganó Antioquia por la suerte, pero el descontento de los estudiantes era muy grande y no pararon de abuchear todo el resto de la velada.
Aura Gutiérrez Villa viajó a Spa e hizo un decoroso papel en Miss Universo, quedando entre las 10 primeras candidatas. Amalia Torres se casó con Luis Castro Montejo y se quedó a vivir en Bogotá después de su matrimonio. Tuvo un hijo, Jorge, y una hija, Silvia, que se casó con el médico Jorge Cavelier Gaviria, fundador de la Clínica Marly de Bogotá. Amalia Torres Muñoz falleció en Bogotá, el domingo 21 agosto de 1983, dejando un gran recuerdo entre familiares, amigos y tolimenses. Paz en la tumba de una bella mujer.