sábado, abril 12, 2014

La Serie Mundial de 1977

Me ha enviado mi hijo esta mañana una imagen de la boleta del juego de béisbol Cubs-Yankees al que asistirá el 15 de abril en Nueva York.

Aparte del histórico encuentro entre estos dos viejos equipos, que se enfrentaron en las series mundiales de 1932 y 1938, me llamó mucho la atención una de las dos boletas, que muestra la foto de Reggie Jackson en la famosa serie mundial de 1977. Muchos recuerdos llegaron a mi memoria de aquellos días de octubre de 1977 en la ciudad de Bogotá.

Mi afición por el béisbol viene desde 1970, cuando se celebraron los Novenos Juegos Nacionales en Ibagué. Se buscó que el Tolima estuviera representado en todos los deportes y el beisbol no fue la excepción.

Se organizó en Ibagué la Liga, se hicieron campeonatos y mi papá fue uno de los promotores, apoyando un equipo que se llamaba "Lotería del Tolima". Yo jugaba bien, era un buen catcher y me volví un entusiasta de este hermoso deporte. Junto con Gilberto Silva y Jaime Augusto Moreno pintamos un diamante de béisbol en nuestra plazoleta de Cadiz y jugábamos todas la noches.



En la Escuela Naval también jugué béisbol, durante mis dos años en Cartagena. Cuando unos amigos costeños me invitaron a ver los juegos de la Serie Mundial de 1977 en el Centro Colombo Americano de la 19 con tercera en Bogotá, acepté encantado. Se enfrentaban dos históricas franquicias, los Yankees de Nueva York y los Dodgers de Los Angeles.

Yo nunca había visto un juego de Serie Mundial y el ambiente en el Colombo era impresionante. Entre 300 a 400 personas acudíamos a ver los juegos en una pantalla gigante a color, en un escenario bien gringo, con perros calientes, palomitas de maíz, gritos en inglés, barras de ambos equipos, etc. Los Yankees ganaron el primer juego en Yankee Stadium 4-3 en extra-innings, pero los Dodgers, dirigidos por el gran Tommy Lasorda empataron la serie al ganar el segundo juego en Nueva York 6-1. Los 2 juegos siguientes en Los Angeles fueron ganados por los Yankees 5-3 y 4-2. En el quinto juego los Dodgers recortaron ventaja ganando 10-4. La serie volvía a Nueva York.

En el sexto juego, Billy Martin, el manager de los Yankees volvió a llevar a la titular a Reginald Martinez "Reggie" Jackson, que había llegado al equipo a comienzos de la temporada. Gran jonronero, era temperamental y difícil. Esa noche del 18 de octubre de 1977 Reggie se convertiría en leyenda. Con los Yankees perdiendo 3-2 en el cuarto, Reggie disparó un jonrón de 2 carreras, poniendo a los Yankees a ganar 4-3. En el quinto, volvió a disparar un jonrón, que cayó en los asientos bajos del right field de Yankee Stadium y puso el marcador 7-3. En el octavo, con todo el estadio gritando "Reg-GIE! Reg-GIE! Reg-GIE!" disparó un batazo de 475 pies, que lo convirtió para siempre en Mister October. Aquí en Bogotá, el Colombo se iba a caer. Nunca había visto algo parecido. La emoción por ver algo que solo había hecho Babe Ruth, 3 home runs en un juego de Serie Mundial, era algo indescriptible.





Ver ese juego, sentir toda esa emoción, me convirtió en un fanático del béisbol. A finales de los ochentas me enamoré de los Chicago Cubs, por razones que solo el corazón entiende. Durante muchos años los he seguido, he aprendido de su historia, de sus 100 años sin campeonatos, he sufrido por el equipo, he estado en Wrigley Field, etc. Quiero a los Cubs tanto como al Deportes Tolima. Sufro mucho por ambos equipos, en un masoquismo que solo entendemos los verdaderos hinchas de equipos que solo ganan un campeonato cada siglo.


He leído mucho sobre la legendaria serie mundial de 1932, cuando Babe Ruth, en un famosísimo momento de la historia del beisbol, anunció que iba a conectar un home run al momento de batear y cumplió con su palabra, para que los Yankees vencieran a los Cubs en Wrigley Field. He visto ese momento en películas, junto a mis hijos. Ellos saben lo que han significado los Cubs en mi vida beisbolera. Por eso Germán Felipe quiso ir a Yankee Stadium a ver Yankees-Cubs, por eso me envió esa bella boleta. Reggie Jackson, Yankee-Cubs, mucho béisbol, mucha historia en un simple pedazo de papel.