lunes, abril 14, 2014

Cantinflas en Ibagué

El 9 de diciembre de 1973 fue un día muy especial para Ibagué. Mario Moreno, el famoso actor mexicano, visitó nuestra ciudad para recibir el grado como Maestro Honoris Causa del Instituto Ibagué,  la institución de educación nocturna dirigida por el Padre Pedro María Idrobo.

La visita de Cantinflas había sido una idea del Padre Idrobo, cuando tuvo la oportunidad de ver la película "El Profe", filmada en 1971, que estaba basada en la historia de un profesor de una escuela de un pequeño pueblo mexicano. Se puso en la tarea de contactar al artista, lo convenció de aceptar el título honorífico, logró que el Ministerio de Educación avalara el título, movió las fuerzas vivas del departamento y la ciudad para atender a Cantinflas y este, emocionado por el honor, aceptó venir a Ibagué a recibir su premio. La "tesis" de grado sería la exhibición de la película en el Teatro Imperial de Ibagué.

Cantinflas llegó desde México en un vuelo de Varig al Aeropuerto El Dorado de Bogotá, en horas de la tarde del 8 de diciembre de 1973. En el aeropuerto dio una corta conferencia de prensa, donde declaró que estaba "honrado y agradecido" y muy contento de viajar a Ibagué a recibir su título.

El Padre Idrobo dijo a los periodistas que la película "El Profe" de Cantinflas representaba exactamente la problemática de la educación en nuestros países y que por eso había decidido homenajearlo.

A continuación, tomaron una pequeña avioneta de dos motores para viajar a Ibagué. Viajaba con ellos el embajador mexicano, Victor Manuel Barceló. El viaje fue terrible. Uno de los dos motores no funcionó desde el principio y Moreno, piloto aficionado, se dio cuenta del problema. El padre Idrobo trató de calmarlo hablando y hablando, más que Cantinflas en una película.





Finalmente, la avioneta dio marcha atrás y tuvieron que regresar a Bogotá. Tomaron un automóvil de servicio público, que pinchó varias veces en el camino. Llegaron a Ibagué pasada la medianoche, al Hotel Ambalá. Cantinflas descansó unos minutos en la suite presidencial y bajó al Salón Ibagué, donde el Club de Leones le había preparado una fiesta. La orquesta paró y todo el mundo le tributó un gran aplauso. Cantinflas explicaba su demora: "la de malas...pura de malas".

Salió a bailar a la pista, siendo su pareja Amparo de Rocha, la esposa del gobernador Alberto Rocha Alvira. Gran energía para un hombre de 62 años, que llevaba todo el día viajando.

Al día siguiente, el domingo 9 de diciembre de 1973, la jornada fue agotadora. El Padre Idrobo había planeado un largo día para Cantinflas.


Cantinflas en la cárcel de Ibagué
Foto de http://www.qhuboibague.com/
Arrancaron en la Penitenciaria del Panóptico, donde Moreno fue declarado director honorario por el director titular, Rafael Ignacio Rodríguez. Visitó todos los patios, saludando y hablando con todos los internos. Aconsejó a los presos, diciéndoles: "Vamos a tomar lo bueno que tiene la vida. Vamos a ser buenos. Sepan ustedes que este artista mexicano los quiere de veras. Ojalá no se vuelvan a meter en la sin salida".

Cuando un preso le pidió que los ayudara con un televisor para el patio, Cantinflas les dijo "pues no lo piensen dos veces que ahí les llegan". Terminó donando un televisor para cada patio, maquinas de coser para la cárcel de mujeres, una unidad odontológica y un televisor para la enfermería. Tuvo tiempo para jugar billar con el mejor billarista del penal, al que le hizo una serie de 10 carambolas. Salió en medio de aplausos.

Del penal siguió para el Club Campestre, a una reunión con el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ibagué. Allí almorzó, antes de salir para el acto central de la visita, en el estadio San Bonifacio. Allí fue declarado huésped de honor de la ciudad, en decreto que leyó el alcalde Rómulo Salazar Quiñones.

Luego, recibió su grado de maestro honoris causa, junto a los 39 maestros que se graduaban en el Instituto Ibagué. Firmó autógrafos y conversó con la gente en la gramilla del estadio.


De allí el Padre Idrobo le pidió salir para el ancianato. Decía después Cantinflas: "Si el padre Idrobo me hubiera mandado el programita...lo hubiera pensado dos veces. Imagínense ustedes, después de un día agotador, cuando yo creía que todo había terminado, me anuncia el padre que salíamos para el ancianato. Me provocaba decirle a un viejito que se corriera y me dejara acostar con él." Moreno estaba feliz: "la verdad, todo salió muy bien, la visita a la cárcel me emocionó, es un caso que me llega muy hondo".  Después del agotador día, volvieron al Ambalá.

Al día siguiente, lunes 10 de diciembre, madrugaron para Bogotá, otra vez por tierra, en el carro de la gobernación, manejado por Enrique, el chofer de toda la vida. Llegaron a la embajada de México hacia el medio día, de nuevo con pinchazo incluido, en el puente de Girardot. Los esperaba un gran almuerzo, preparado por la esposa del embajador, Josefina de Barceló. Cantinflas había insistido en que el padre Idrobo los acompañara. Le decía Cantinflas al padre: "Ha sido muy honroso, pero el sueldo es bajito, verdad padre?". Comentaba el artista que estaba rendido, pues los dos días anteriores habían sido intensos y no había podido dormir casi nada. Admiraba la resistencia del Padre Idrobo y le prometía que le iba a "mandar a decir 20 misas cuando llegara a México". Esa misma noche viajo al Distrito Federal. Siempre recordó que se había convertido en maestro en una pequeña ciudad colombiana.

EL PADRE IDROBO

Popayanejo nacido el 26 de noviembre de 1918, Pedro María Idrobo se vinculó desde muy joven a Ibagué. Con apenas 28 años fue rector del Colegio Tolimense y decidió que la educación era su vocación principal. Fue capellán de varios colegios, de la Universidad del Tolima, profesor de San Simón, del San Luis Gonzaga, Liceo Comercial, del Cedesco, de La Escuela Normal Nacional y otros colegios más. 

Consciente de la necesidad de formar maestros,  fundó el Instituto Ibagué el 26 de noviembre de 1962, siendo pionero de la enseñanza nocturna del Tolima. El Instituto era una entidad sin ánimo de lucro, de servicio educativo y gratuito para adultos. Su profesorado era ad honorem y funcionaba en locales periféricos para evitar el transporte del alumnado. Estaba integrado por varones y mujeres de 14 años en adelante. Se sostuvo hasta 1976, 3 años después de la visita de Cantinflas. El Padre Idrobo estuvo vinculado a la fundación de Coruniversitaria y fue capitán de los bomberos voluntarios de Ibagué. Murió asesinado en su casa, el 13 de septiembre de 2003. Pedro María Idrobo dejó una larga huella de vinculación al Tolima, como sacerdote, historiador y educador.