sábado, mayo 24, 2014

El asilo a Haya de La Torre

Un hombre llega de visita

A las 9 de la noche del lunes 3 de enero de 1949, un hombre se acercó a la puerta de la embajada de Colombia en Lima y le dijo al portero que lo llevara a donde se encontraba el embajador. El portero se resistía a dejarlo pasar por lo avanzado de la hora, pero el hombre entró a la Embajada corriendo y llamó a gritos al jefe de la delegación diplomática. El embajador bajó y atendió al inesperado visitante. El le dijo: “Soy Víctor Raúl Haya de la Torre y solicito asilo político. Llevo 15 años en la clandestinidad, estoy enfermo y necesito ayuda para salir del país. Se que le estoy causando un gran problema.”

El embajador, Carlos Echeverri Cortés, reconoció de inmediato al jefe político y revolucionario, buscado intensamente por la dictadura que gobernaba al Perú. Le dio un fuerte abrazo y sin pensarlo le dijo: “Complacida, Colombia le otorga el asilo diplomático al que tiene derecho y no me importan las consecuencias personales que esto me signifique. Usted podrá estar tranquilo aquí, con la seguridad de que mi embajada y mi gobierno haremos todo lo posible por tramitarle su salvoconducto.” Haya de la Torre no podía creer la rápida reacción del diplomático. Lo abrazó fuertemente y repetidamente le daba las gracias. Estaba a salvo. 

Ni Echeverri ni Haya de la Torre pensaron esa noche que la decisión de concederle asilo político perturbaría durante cinco años las relaciones entre Perú que se negaba a concederle el salvoconducto y Colombia que insistía en el derecho humanitario de proteger la vida del perseguido político.

El asilado ingresó a la embajada a los 54 años y le fueron celebrados allí cinco cumpleaños. Los gobiernos de Ospina Pérez, Laureano Gómez, Urdaneta y Rojas Pinilla le mantuvieron el asilo. Por fin, cuando habían transcurrido cerca de dos mil días, el 6 de abril de 1954, el ministro de Justicia del Perú, Alejandro Freundt, notificó a la embajada colombiana la decisión de su gobierno de permitir la salida de Haya de la Torre hacia el exilio.


Quien era el diplomático colombiano que salvó la vida del fundador del APRA?

Carlos Echeverri Cortés
Carlos Echeverri Cortés era hijo de Gabriel Echeverri Echeverri, conocido exportador de café y de Emma Cortés Bunch, bisnieta del prócer de la independencia Juan Nepomuceno Niño. Nació en Bogotá el 23 de junio de 1900 y murió en la misma ciudad en 1974.

Don Gabriel Echeverri Echeverri, su padre, fue uno de los primeros exportadores de café en Colombia, negocio en el que hizo una gran fortuna. Construyó una de las residencias más ostentosas de Bogotá, que aún hoy se conoce como el Palacio Echeverri, en la carrera octava con calle octava de Bogotá. El edificio fue diseñado por Gastón Lelarge, arquitecto y escritor francés que desarrolló buena parte de su obra en Colombia a finales del siglo XIX y comienzos del XX. El edificio, hoy sede del Ministerio del Interior, fue terminado en 1906.

Isabel Bunch Mutis
Emma Cortés Bunch, su madre, era hija de Enrique Cortés Niño, diplomático que fue Ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno de Rafael Reyes y de Isabel Bunch Mutis, conocida poeta, escritora y traductora. Enrique Cortés Niño, a su vez, era hijo de Pedro Cortés Holguín, Presidente del Estado Soberano de Boyacá y de Ana Joaquina Niño Camacho, hija del prócer de la independencia Juan Nepomuceno Niño, tatarabuelo de Carlos Echeverri Cortés.

Carlos Echeverri Cortés era economista egresado de la Universidad de Londres y ocupó importantes posiciones en la vida pública colombiana durante varias décadas. Conservador, hizo parte en el gobierno de Abadía Méndez como miembro de la Junta de Hacienda, el equivalente a lo que hoy sería la Junta Monetaria. Muy amigo del presidente Ospina Pérez, fue nombrado embajador en Perú en 1947. Allí le tocó afrontar el episodio de Haya de La Torre, pero antes de eso ya había otorgado asilo a otros jefes apristas. 

Palacio Echeverri en Bogotá
Regresó a Colombia en noviembre de 1949 para presidir la Sociedad de Agricultores de Colombia y fue nombrado en agosto de 1951 como Ministro de Telégrafos en el gobierno de Laureano Gómez. En 1952 fue nombrado Jefe de la Delegación Colombiana en las Naciones Unidas. Más tarde fue Embajador en México y Presidente del Jockey Club en Bogotá.

Murió en 1974, siempre fue recordado por el buen manejo que dio al caso de Haya de la Torre, que puso en alto el nombre de Colombia como un país respetuoso del derecho de asilo y de los derechos políticos de los perseguidos. 

Quien era Haya de la Torre?

Haya de la Torre fundó en 1924 el APRA (Alianza Popular Revolucionaria), un partido populista de ideología nacionalista, antiimperialista y anticapitalista. Ganó las elecciones de 1931, resultado que fue desconocido. Perseguido por varios gobiernos, debió exiliarse en 1936 y entrar más tarde en la clandestinidad. En 1948, un golpe militar lo convirtió en la persona más buscada de todo el Perú.

Cuando llegó en enero de 1949 a la Embajada, la sorpresa y furia de la dictadura fueron muy grandes. La embajada fue rodeada con tropas, se cortaron los servicios de agua y electricidad durante varios días y se exigió al embajador Echeverri Cortés entregar al fugitivo. La embajada no cedió y durante varios meses tuvo lugar una dura guerra diplomática. Haya de la Torre, entretanto, se entretenía alimentando palomas y leyendo libros. Fue tratado siempre con respeto y consideración por los diplomáticos colombianos. Al salir de su encierro, besó emocionado la bandera colombiana en el salón principal de la Embajada. Siempre agradeció al embajador Echeverri Cortés y a Colombia el haberle salvado la vida.

Ganó nuevamente las elecciones de 1962, pero un nuevo golpe militar desconoció el resultado. En 1978, fue elegido presidente del parlamento. No vivió para ver la primera victoria electoral de su partido, la de Alan García en 1985.

Epílogo

Echeverri Cortés muestra un aspecto poco conocido de los gobiernos conservadores de la época de la violencia política.  Presente en la vida pública desde finales de la hegemonía conservadora, fue respetado por todos los gobiernos liberales, por sus acertadas opiniones económicas. Representante de un gobierno conservador, dio asilo al más izquierdista de los jefes políticos peruanos y varios de sus compañeros. Influyó para que todos los gobiernos conservadores siguientes respetaran los derechos de Haya de la Torre y su paso por las Naciones Unidas fue decisivo para lograr la presión internacional necesaria para que se le concediera asilo como perseguido político.

Así, gobiernos que hoy son presentados como de extrema derecha, defendieron durante años los derechos de un revolucionario de izquierda, en un episodio que todavía es estudiado en la diplomacia internacional. Echeverri Cortés hizo honor a su ilustre antepasado, Juan Nepomuceno Niño, fusilado en noviembre de 1816, por defender la independencia y los derechos del hombre en nuestro país.